20

46 3 0
                                    

Sábado, dos y media pm, en el momento en que llego a su hogar después de haber dejado a la castaña en el suyo solo se dedico a pensar, estuvo despierto hasta las ocho am pensando en lo que había echo, como un niño pequeño, arrepentido o tal vez no tanto, solo pensaba en lo sucio que había sido aquel acto, no hubo un gramo de amor, ternura, compasión, la tomó como un animal enloquecido, sentía asco de su forma de actuar, pero ella por su parte no pareció en ningún momento molestarse o incomodarse, al contrario, podía ver en sus ojos como se drogaba y deleitaba con la forma tan bestial que tuvo de cojerla.

Unos golpes en la puerta interrumpieron su sueño, levanto la cabeza como pudo, en el momento en que abrió los ojos una puntada en la cabeza lo aturdio, sus ojos ardían, su cuello por alguna razón le molestaba y podía sentir como su estomago se revolvía intentando sacar todo ese alcohol que su sistema.

Los golpes no cesaron, cada vez eran más rápidos y casa uno que sonaba se sentía como un balazo en su craneo atormentado.

_¡Agh!...¡dejen de golpear esa estupida puerta maldita sea!..._.

Soy yo King..._comento su hermana mayor desde el otro lado de la puerta en un tono tranquilo_crei por un momento que estabas muerto...¿ya viste la hora que es?_.

_Las...¿diez?_.

_Son casi las tres de la tarde_.

Se levantó de golpe y en el instante en que lo hizo se arrepintió, su cabeza se sacudió tan fuerte que lo desoriento totalmente, su estomago comenzó a resolverse violentamente amenazando con obligarlo a vomitar.

_Yo...nose que paso...debió joderse mi despertador_.

_¿Despertador?..._.

_Si yo...bajare en un momento_.

No recibió autorización para hacerlo en ningún momento pero se sintió en la obligación de hacerlo, cruzo la puerta rápidamente y cuando vio a su hermano en la cama casi se le escapa una carcajada, estaba ojeroso, su rostro parecía estar de un tono verde y parecía estar descompuesto_Rayos...te ves de la mierda_.

_Estoy de la mierda...bebí como un animal_.

_No me digas...creí que el aroma de esta habitación era porque se te rompió una botella aquí y no que fueras tu_estaba por seguir bromeando hasta que noto su cuello, le dio un micro infarto cuando vio más marcas en su cuello, parecía que lo habían ahorcado por horas, pero en la zona de su nuca había marcas de uñas, lo cual le dio una nueva señal, no lo había violentado exactamente, sino que había tenido una noche especial_¿Donde tuviste sexo?_.

_¿Que?..._.

_¿Donde estuviste con la chica que te dejo el cuello como un rascador de gato?..._.

Toco por un segundo con sus dedos su cuello, tenía rasguños que podía tocar_en...en un hotel_.

_Ah...ya veo_camino nuevamente a la puerta de salida de la habitación_me alegra que tengas una vida sexual activa, eso ayudará a tu recurrente y nada agradable mal humor_.

_Ger detente..._.

_Solo dile a la chica que la próxima vez sea más amable, esta haciendo calor y no creo que tengas una buena excusa para ir con el cuello cubierto a clase_.

Cerró la puerta y el se dejó caer nuevamente en la cama, seria muy incómodo todo cuando iniciara la semana nuevamente, no sabía que haría cuando tuviera q verla a la cara en la universidad.

-*-

_Hija...¿podrías sacarte por favor las gafas de sol?, no quiero que tu padre se moleste_.

_No estés jodiendo mamá..._.

_No seas así...por favor_.

Diane se había llevado la peor parte, estaba en una reunión familiar con su madre y su padre, aún no entendía que carajo hacia su madre ahí cuando llevaban más de cinco años divorciados, su padre era un grandisimo hijo de puta que usaba la excusa de hacer actividades siendo una "familia ensamblada" para obligar a su madre a verle la cara, lo disfrutaba, disfrutaba que su madre, Matrona, de un carácter tan tenebroso estuviera hace años sumisa bajo su poder, ella era el claro ejemplo de lo que podría llegar a hacer una madre para proteger a su hija, porque eso sí, sabía que el era capaz de ir contra su propia hija si de joderle la vida a su ex mujer se tratara.

Diane estaba destrozada, el encuentro de la noche anterior la había dejado devastada, había bajado del auto del chico sin despedirse ni emitir sonido, con sus bragas rotas en la mano y una sensación de algo escurriendo entre sus piernas que casi la mata de la vergüenza, la peor parte se la llevó cuando al levantarse vio su cuello, no se imaginaba como estaría el del contrario, pero el de ella estaba totalmente marcado, tuvo que usar una camiseta de cuello alto y para no morir de calor opto por una que tenía una gran abertura en el escote y sin mangas.

Aunque hubiera querido complacer a su madre no podía quitarse las gafas, apenas podía ver con ellas puestas, el extasis la había destruido, había bebido como nunca y había tenido también un sexo bastante agitado, sin mencionar que tenía una marca en la cintura ocasionada por la ropa interior arrancada por aquel chico.

Tenía emociones encontradas, aún no le había contado a nadie, Elisabeth la había llamado unas cuatro veces desde la fiesta, pero no quería hablar con nadie, había asistido a ese lugar totalmente obligada, no había nada que arruinara más su vida que verle la cara al imbecil de su padre, pero no tenía muchas opciones, sabía que no pondría como un total psicótico si ella no asistía, así que ahí estaba, mostrando un intento de buena cara aunque quisiera salir corriendo.

Tenía demasiado que pensar, estaba saturada y bastante agobiada, la había pasado tan bien que aún no podía creerlo, pero no sabía si esto que había ocurrido cambiaría para bien o para muy mal las cosas con ese chico, le fastidiaba pero no podía dejar de pensar en eso.

𝚖𝚎𝚛𝚌𝚒𝚕𝚎𝚜𝚜𝚕𝚢(kingxdiane).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora