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Habían pasado los días, para sorpresa de varios al final Liz no regreso, después de la demanda por parte de los Danafor a los Lioness solo tuvieron que pagar los gastos médicos que tomó la reconstrucción de la nariz de la pelirroja y una compensación económica, Elisabeth tuvo que hacer una disculpa bastante hipócrita y pasivo agresiva frente a ella, pero el problema había terminado y sus padres estaban comenzando a perdonarla y dejar pasar el asunto.

En cuanto a King y a Diane, las cosas habían regresado a lo que eran antes, pero con kilos y kilos de azúcar en el medio, estaban todo el día juntos, tanto en la universidad como fuera de ella, Matrona había razonado sobre el rechazo que tenía su hija a la casa donde había vivido sus peores pesadillas asi que como solución decidió desocupar el departamento que ella había recibido por parte de su padre, los abuelos de Diane, y lo decoro y amueblo para que ella se sintiera mejor, y así fue, la psicóloga de la chica reconoció que el cambio de aires le había sentado bien para su duelo.

Ese día habían acordado cerrar las heridas con el pie derecho, Diane llevaba un vestido negro y borcegos del mismo color, lentes obscuros y su bolso, estaba en la entrada del edificio donde estaba su departamento esperando a su madre, no quería hacer lo que estaban por hacer pero no tenía opción, decía cerrar los ciclos correctamente, estaba nerviosa y las manos le sudaban, pero lo necesitaba.

Vio el coche de su madre en el otro lado de la calle y cruzo para subir, en cuanto cerro la puerta de este dio un pesado suspiro apoyándose en el vidrio.

_No quieres hacerlo...¿verdad?_.

_No..._.

_Te prometo que será solo esta vez...no volveré a hacerte ir a ese lugar, te lo juro, no quiero lastimarte_.

_Lo se...pero yo no tendré paz si no lo hago tambien_.

Matrona miró al frente mientras conducía, tomó la ruta más sercana al cementerio, sabía que sería un día estresante para todos pero no podía cambiar lo que había pasado, no podía cambiar el tipo de persona que era Drole y todo el daño que le hizo a su hija, ella merecía descansar, merecía ver con sus propios ojos que el no volvería a lastimarla nunca más, pero que era su padre y eso no podría cambiarlo ningún echo.

Llegaron, bajaron del carro, vieron la florería justo a la par, se miraron y siguieron de largo, con solo una mirada ambas estuvieron de acuerdo que no merecía que gastaran ni un centavo en el, debían ir y hacer lo que debían hacer sin pensar tanto.

Caminaron por los enormes pasillos llenos de tumbas, mientras más avanzaban más sentían las dos que eso era un sueño, que no podía ser real, parecía un sueño estar yendo a ver a su padre a un panteón, tal vez era por la idea que tenían en su cabeza de que jamás podrían sacárselo de encima, habían crecido con esa idea, pero el destino había jugado una carta que siempre está y a veces se ignora, la muerte.

Llegaron, no había ninguna foto, solo su nombre y apellido, una placa que decía "respetado padre de familia y empresario internacional".

_Que hipocrita_escupio Diane.

_Yo no envié a que escriban eso, debió haber sido alguno de sus socios_.

_Que no fue capaz de dejarle ni una maldita flor, no me sorprende, no es como que sea muy querido...todos lo odiaban, trataban con el por puro interes_.

Matrona miró fijamente el nombre, mientras largaba desprecio por sus ojos_¿Algo que quieras decirle?_.

Diane se inclino para estar a la altura de la lápida, mientras miraba con odio aquel nombre_Si te hubieras ahorrado tu bestialidad tal vez nuestra historia seria distinta...adios_comento con molestia en la voz_y no escupo tu estúpida tumba por respeto a los demás muertos que están aquí...grandisimo imbecil_.

Se levantó y comenzó a caminar a la salida, Matrona la miro irse y dejarla sola, volvió a mirar la lapida con algo de frialdad en los ojos, pero luego soltó una sonrisa sinica_realmente es muy parecida a ti...creaste una mujer como ninguna_.

Coloco sus manos en los bolsillos de su saco y siguió a su hija a la salida del panteón, sintiendo una enorme paz en su pecho.

-*-

Estaba sentada en la barra de su cocina, mirando el enorme ventanal que tenía su departamento, tenia una taza de café y el cabello suelto, se sentía un poco mejor, pero no pudo evitar llamar a King luego de lo que pasó en el cementerio, se sentía tan mal y bien al mismo tiempo, pero necesitaba apañarse un poco en el.

Sintió sus brazos abrazarla por atrás, y de reojo vio sus ojos ámbar mirando la ventana de la misma forma que ella, estar con él se había vuelto algo cotidiano, ni hablar de que el dormia más en su departamento que en su casa con sus hermanas, aunque lo evitaba ya que el último tiempo Rou y Ban estaban quedándose mucho ahí y sentía que sobraba.

_¿Que haremos ahora?...¿solo...seguir estudiando como si nada?_.

_Si quieres dejar la carrera la dejo contigo_.

_No es eso tonto...solo que las cosas pasan y nadie parece intentar frenarlas, ojalá la paz dure para siempre_.

_Eso no será posible, mañana iré con Meliodas y Zeldris a darle una golpiza a Estarossa de nuevo, sigue diciendo que Liz recayó en las drogas por culpa de la humillación de Elisabeth_.

Diane no pudo evitar reir ante aquello_Dios...es un ser humano tan jodidamente patético, me da mucha pena_.

_Ya no le hagas caso, no le hagas caso a nada más, solo vive el momento junto a mi_.

_¿Sabes?...jamas creí llegar a estar así con alguien, se siente tan bien estar protegida por ti, me hace sentir que después de todo mi vida no es tan miserable_.

_No eres ni nunca fuiste miserable, en el momento en que te vi supe que no eras como las demás_.

_Carajo...han pasado meses y aun estoy algo empalagada por nosotros_.

_Pero no te cansas de mi_sonrio rozando su nariz contra la megilla de ella.

_Como si eso fuera posible, odiota_contesto, girando lentamente su rostro, poniendo su frente contra la suya.



Bueno, hasta acá, que hermosa historia >.< me quedo muy bonita.

Gracias a las personitas que le estuvieron dando estrellita, me encantó escribirla y espero que a ustedes leerla, hasta la próxima ♡.


𝚖𝚎𝚛𝚌𝚒𝚕𝚎𝚜𝚜𝚕𝚢(kingxdiane).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora