Profaname Alfa.(KookV)

Extra 08.

               🌸Extra 08.

—¿Bebé tigre? —preguntó Taehyung con una sonrisa juguetona, rozando los labios del Alfa con los suyos.

Jungkook apenas se alejó para responder. Sus ojos brillaban con una chispa traviesa mientras acariciaba suavemente el rostro del Omega. —Sí, porque eres tierno y hermoso como un bebé, pero un tigre en la cama. Tus movimientos, tus gemidos, toda esa pasión salvaje que despiertas en mí, eso es lo que te hace mi bebé tigre.

Taehyung se ruborizó ante las palabras del Alfa y desvió la mirada con una sonrisa tímida. Con su dedo índice, trazó suavemente el contorno del pecho del azabache. —Ese tigre solo lo despiertas tú. —susurró con un tono juguetón.

—Entonces es hora de que despierte de nuevo. —respondió Jungkook antes de apresar los labios del Omega con lujuria.

Los movimientos de cadera de Taehyung, en círculos provocativos, rozaban la entrepierna del Alfa, avivando el deseo en ambos. Cada roce era como una chispa que encendía el fuego de su pasión, haciendo que el aire se cargara de electricidad.

Entre besos y caricias ardientes, Jungkook tomó la base de su miembro, el Omega descendió suavemente, aferrando sus manos a los hombros del Alfa. La piel se erizaba al contacto, cada caricia era como una caricia en el alma, despertando sensaciones intensas y primitivas.

—Muévete para mí, mi bello bebé tigre. — susurró con voz ronca y cargada de deseo, mientras acariciaba con suavidad la espalda del Omega, sintiendo el suave roce de su piel bajo sus dedos.

Taehyung comenzó a moverse, primero suavemente y luego con mayor intensidad, guiado por la fuerza del Alfa. Cada movimiento de sus caderas era una danza de pasión y deseo, llevándolos a ambos al límite del placer.

Los gemidos escapaban de los labios del Omega entre jadeos de placer, mientras sus cuerpos se fundían en un baile sensual y desenfrenado. Cada caricia, cada beso, era como una promesa de amor eterno, sellada con el calor de su deseo compartido.

Con un gesto decidido, Jungkook atrajo el rostro del Omega hacia él. —Te amo. —dijo con desesperación en su voz, mientras se entregaba por completo al momento de conexión entre ellos, volviendo a clavar sus colmillos en la piel del rubio, justo sobre la marca del lazo en su cuello. Los sumergió en una explosión de pasión.

El grito de placer y dolor de Taehyung se fundió con su orgasmo, sacudiendo todo su ser en una ola de éxtasis. Sus cuerpos se convulsionaban en un frenesí de placer, mientras el mundo se desvanecía a su alrededor, dejándolos atrapados en la plenitud del momento.

La luna fue la única testigo de sus encuentros pasionales, iluminando suavemente sus cuerpos entrelazados en un abrazo de deseo y amor.

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Al día siguiente, Jungkook se despertó temprano, decidido a avisarle a su padre que no iría a la empresa hasta que el celo de su Omega se retirará por completo. Se levantó con cuidado, tratando de no despertar a su amado, quien descansaba plácidamente a su lado. Sus ojos se posaron en el rostro de Taehyung, y una sonrisa tierna se dibujó en sus labios al recordar la intensidad de las dos últimas noches. Taehyung, con su belleza deslumbrante y su pasión insaciable, había llevado a Jungkook a límites que nunca había imaginado.

Jungkook se levantó despacio, sintiendo un leve temblor en sus piernas y un agotamiento placentero que nunca antes había experimentado. Se vistió con un pantalón deportivo y una camiseta negra, deslizándose fuera de la habitación sin hacer ruido. Al bajar a la sala, encontró a su padre y a su hermano ya sentados en la mesa, conversando sobre la empresa mientras desayunaban.