Amelie (____)
Ingerí el líquido carmesí en la copa de vino que sostenía, sintiendo mi garganta arder por el sabor ácido, compuesto por la salinidad de la fermentación. Mi Albatros, hecho ovillo en una esquina de la habitación, se encontraba dormitando, mientras que yo me cuestionaba absolutamente todo.
Pit últimamente se había acostumbrado a visitarme 2 o 3 veces a la semana, me había hecho sentir mucho más acompañada de lo normal. Tal vez era la primera vez que recibía tantas visitas en tan poco tiempo, se sintió bien. No me sentía sola. Incluso empecé a enseñarle sobre las serpientes, usándolas de ejemplo cercano ahora que ya se habían acostumbrado a su olor y no le morderían.
Veía que todavía no se sentía del todo cómodo, pero confiaba en que pronto lo haría.
Incluso le había ofrecido que adoptara una y se la llevara. Temeroso, rechazó mi oferta, excusándose con que su diosa no lo dejaría quedársela. Ya habían pasado varias veces que el castaño ponía de excusa a Palutena. Eso no me gustaba, ¿no podía tan solo rechazarla en vez de poner miles de peros? No me gustaban las mentiras, las detestaba.
Y por eso me encontraba bebiendo esa noche. Porque Pit comenzaba a ser parte importante de mí y me importaba lo que hiciera o no hiciera. Era aterrador.
No sé en qué momento me recosté en el suelo y miré el techo, como si fuera tan solo una humana confundida y necesitara un instante de paz en todo lo que me quedaba de vida. Afortunadamente ambos éramos seres celestiales y uno no moriría después del otro.
Le temía al pensamiento de que Pit lo haría primero.
Volví a beber de la copa de cristal, percatándome que había ensuciado el borde con mi brillo para labios. Le resté importancia, no es como si tuviera algo mejor que hacer el aseo después de este pequeño inconveniente. Mi visión comenzaba a ponerse borrosa y divagaba en susurros arrastrados.
No sé en qué momento apareció. Tal vez inconscientemente deseaba que viniera y no impuse ninguna dificultad para que no me viera en este estado tan lastimero. Me llamaba alarmado, pensando que algo me había pasado.
—Hola, Pit...
—¿Estás bien?
—Me dieron ganas de beber. — me encogí de hombros. — Tal vez me pasé un poco.
—Te llevaré a tu cama. — avisó.
Me levantó imponiendo un agarre a mi cintura, me concentré tanto en este contacto físico que perdí el aliento, y casi el equilibrio.
El líquido carmesí, que de por sí en varias ocasiones se derrama, empapó mi largo vestido, dejando una sensación pegajosa al apretar la tela. Pit acudió preocupado, mirándome con sus ojos azules, profundos como el mar. Incluso ebria era capaz de admirarlos como la obra maestra más perfecta que había visto.
—Te voy a tener que quitar la ropa...
Se veía tan inocente, preocupado más por mí que por la vergonzosa idea de que iba a verme más o menos desnuda. Esa expresión que parecía que estaba a punto de llorar me era estimulante. Si no tuviese autocontrol o si no hubiera estado tan nublada habría...
Tragué saliva, recuperando la compostura. Su maldita inocencia me pone muy mal. Agh, odio esto.
A otros les parece adorable la inocencia, la ingenuidad, la sensibilidad que Pit posee, pero en mí tiene otro tipo de efectos. Vaya que sí. En otra situación, me gustaría para corromperlo, para hacerlo sufrir con mi don, pero el castaño alado es otra cosa. Creo que ni siquiera quiero que toque mi cuerpo desnudo, sería como ensuciar sus manos.
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✓ KARMA, pit.
Fanfiction⩉:⩉ « ִ ۫ ❝𝗘𝗟 𝗞𝝠𝗥𝗠𝝠 𝗘𝗦 𝗨𝗡 𝗗𝗜𝝝𝗦.❞ 𖥻 ━ ¿𝒬𝓊𝑒́ 𝓅𝒶𝓈𝒶𝓇𝒾́𝒶 𝓈𝒾 𝑒𝓈𝑒 𝒟𝒾𝑜𝓈 𝒻𝓊𝑒𝓇𝒶 𝓊𝓃𝒶 𝓂𝓊𝒿𝑒𝓇? Se sabe que existe, pero nadie la ha visto nunca, o al menos nadie que viva ha tenido el privilegio de hacerlo. Es más...