Desde aquella vez que fui al templo de ____, y debido a que esta misma me lo permitió, comencé a visitarla con más regularidad. Podía ver que a Lady Palutena no le agradaba del todo, pero tampoco quería prohibirme cosas.
Mi relación con ella comenzó a mejorar considerablemente. Me veía como un igual y no como alguien con quien estar a la defensiva. Yo también comenzaba a conocerla mejor, convenciéndome de que era más una aliada que una enemiga.
Sin que nadie lo supiera, yo a veces me cambiaba en una habitación aparte, ya que también durante nuestros paseos jugaba con su Albatros y terminaba lleno de lodo. Era claro que eso no era cómodo. Por eso siempre llevaba un cambio de ropa si la situación lo requería.
Pues bien, mientras me colocaba la túnica blanca de estilo exomis, con mi torso descubierto, un ruido me alertó. Me giré asustado, encontrándome con la diosa recargada en el marco de la puerta. Intenté cubrirme, mientras que ella ni se inmutó a pesar de haber sido atrapada espiándome. Su expresión neutral era tan misteriosa para mí, podía significar tantas cosas...
—¿Qué haces ahí parada? Estoy cambiándome...
—Tienes quemaduras en la espalda y en una pequeña parte del dedo índice de tu mano derecha, ¿por qué? — se reincorporó y se acercó, cruzándose de brazos. Quería una explicación. Desvié la mirada, no muy cómodo con hablar de eso. Recordarlo no es que fuera algo muy grato. Al percatarse de eso, asintió con la cabeza, dando a entender que no debía decirle nada. — ¿Y qué tiene de malo? No te las cubras.
Me quitó la tela de las manos, quedando prácticamente semidesnudo frente a ella. Tragué saliva con nerviosismo ante su atrevimiento.
—Es que no me gustan mis quemaduras, me parecen feas. Entonces las cubro de todos, ¿de causalidad no tendrás algo para quitarlas?
Me miró mal, como si le hubiera pedido una ridiculez. Aunque realmente no tenía nada de ridículo, quería dejar de sentirme inseguro cada vez que me cambiara de ropa. Quería dejar de ver esas horribles marcas reflejadas, sabiendo que formaban parte de mí. Por esa simple razón prefería mirar directamente al sol en vez de mirarme en el espejo.
—Tus cicatrices... parecen constelaciones. Siguen un patrón, aunque tú no lo veas con claridad. — ladeé la cabeza, confundido por esas metáforas que nunca entendía. — Las constelaciones son hermosas. — aclaró con firmeza. Aunque su voz tembló al pronunciar «hermosas». — Pero si es lo que deseas...
Con un rápido movimiento de mano, me puso de espaldas contra ella y con su palma le dio un rápido masaje a mi espalda. Gemí inconscientemente, se sentía muy bien. Después de un minuto así, se detuvo. Por medio del espejo miré mi espalda y no noté ningún cambio en absoluto.
—Siguen ahí. — mencioné.
—Se borrarán con el tiempo. En unos meses, casi parecerá como si no te hubiera pasado nada.
Esbocé una sonrisa. — Gracias, ____.
La diosa tan solo desvió la mirada. Desde ese momento, comenzó a comportarse algo callada y seria. Ya no me sentí cómodo, entonces me retiré no mucho después. No obtuve respuesta alguna.
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✓ KARMA, pit.
Hayran Kurgu⩉:⩉ « ִ ۫ ❝𝗘𝗟 𝗞𝝠𝗥𝗠𝝠 𝗘𝗦 𝗨𝗡 𝗗𝗜𝝝𝗦.❞ 𖥻 ━ ¿𝒬𝓊𝑒́ 𝓅𝒶𝓈𝒶𝓇𝒾́𝒶 𝓈𝒾 𝑒𝓈𝑒 𝒟𝒾𝑜𝓈 𝒻𝓊𝑒𝓇𝒶 𝓊𝓃𝒶 𝓂𝓊𝒿𝑒𝓇? Se sabe que existe, pero nadie la ha visto nunca, o al menos nadie que viva ha tenido el privilegio de hacerlo. Es más...