La hada seguirá ha su directora, pues la mayor la saco de su habitación en silencio para no despertar ha los demás estudiantes, Gracias ha unas hierbas que había ordenado hacer, los estudiante no escucharían nada de lo que ocurriera fuera de sus dormitorio, al estar en el el gran salon dentro de la institución deteniéndose ha unos metros del centro del lugar.
Rosalind miro ha la alumna. — Hoy en la tarde, dijiste que ayudarías mas si sabes lo que sucede. — La hada la miro. El lugar se encontraba vacío sin los estudiare en el. — Ahora sabras algo con mucha importancia. — La atención de la menor observo ha Andreas acercarse con una flecha en mano. — Serás de mayor ayuda en Esto Beatrix. — Tomo la flecha que le extendió el especialista, tomo la mano de la menor para cortar la palma de la hada, cuando la punta de la flecha estuvo bañada de sangre iluminó sus ojos murmurando palabras.
La sangre desapareció del metal, miro ha el guerrero para extendérsela, siendo tomada por el. Este se posicionó aun lado de la pelirroja.
—Quédate ha mi lado En todo momento. — Ordeno en murmuro ha la adolescente. No estaba de acuerdo con que Beatrix estuviera en la misión, pero no podía desobedecer ha su líder
—Mírate. — Los presentes dirigieron su atención ha la intrusa que se encontraba en el centro del lugar. — Finalmente en posesión de la única cosa que puede destruirte después de estar años encerrada. — Miró la Escuela ha su alrededor deteniendo su mirada en Rosalind. Beatrix miro ha los mayores ha su lado quienes mantenían su vista en la joven, una joven adolescente de su edad.
Ante la presencia, Andreas silbó, ante eso especialistas salieron ha mostrarse llamando la atención de la joven, al ver la cantidad de los guerreros devolvió su mirada ha los mayores. — ¿Así que esto es todo? — Pregunto. — La maldita bastarda de Katherine ha llegado demasiado lejos, debe ser castigada y por sus propios mentores nada más. — Extendió su mano ha su dirección. — Que positivamente bíblico y tu Andreas. — Miró ha el líder. — ¿Es esta tu idea de Guerra? — Se burlo. — Me enseñaste mejor que esta baja excusa para capturarme. — Miró ha los especialistas. — ¿¡Tu crees!? ¿¡Que puedes someterme!? ¿¡Con esto!? — Los señalo.
—No. — Admitió Andreas. — Pero creo que lo hare con ellos. — Silbó nuevamente, mas especialistas aparecieron de cada rincón de el gran salón junto ha la parte de arriba del lugar, Beatrix nunca había visto tantos especialistas para derrotar ha un solo enemigo, si tuviera que contarlos diría que eran 45 especialistas en el lugar.
—Es momento de terminar con esto. — Dijo mirando ha sus ex mentores. — Especialistas del instituto Alfea, les recuerdo lo que sucedió cuando intentaron detenerme anteriormente, muchos de sus ustedes murieron ese día y algunos aun mantienen un recuerdo de ese suceso. — Sonrió ha una especialista que poseía una cicatriz en su rostro. — ¿Por cuanto tiempo creen que Rosalind estará en el poder? — La señalo. — Qué tal si alguno de ustedes. — Señalo ha los guerreros entrenados. — Me libera, sabiendo que yo estaré en eterna deuda con el, ha y compadezco aquellos que se atrevan ha contradecirme puedo asegurarles que su final va hacer espectacular. — Camino unos pasos con su mirada puesta en Beatrix. — Robando un truco. — Mostró una moneda. — De un viejo amigo. — Andreas hizo presión en su mandíbula al saber que hablaba de Silva. — Cualquiera que tome esta moneda, vivirá. — La dejo caer ha el suelo para mirarlos. — ¿Entonces quien de ustedes bastardos quiere unirse ha mi?
—Cualquiera que quiera esa moneda, le jura lealtad ha Katherine. — Hablo la directora ha los guerreros. — Tómenla ahora, háganlo, la decision es suya.