Al volver a su ciudad natal... no esperaba encontrar el amor
El agente y Detective de la policía de Nueva York Rayanne Nattawin Garrett iba a tener que enfrentarse a algunos momentos embarazosos al llegar a Fort h worth, Texas, a
sacar a su tía E...
Mile pensó que aquel tipo era un pesado. Estaba intentando decirle a Rayanne Nattawin lo que tenía que hacer. Once años atrás, Evie había intentado, todo lo mejor que pudo, decirle a Nattawin Rayanne que no se fuera de Dallas Tx y que no cambiará su nombre. Si Evie no había conseguido convencerlo, aquel tipo no tenía ni la más mínima posibilidad.
Rayanne Nattawin y Malcolm se alejaron del mostrador; él lo miraba y escuchaba.
-Voy porque Evie es el único familiar que tengo -le explicó Nattawin Rayanne-. Evie hubiera hecho lo mismo por mí.
-No, no lo haría porque tú nunca tendrías un comportamiento tanbjuvenil.
La boca de Nattawin Rayanne era una línea horizontal. -Malcolm, sé que tienes buenas intenciones, pero voy a ir a Dallas Tx. Fin de la conversación.
Mile sonrió, ¡bien dicho! Malcolm se metió las manos en su pantalón, perfectamente planchado, y se la quedó mirando fijamente.
-¿Esto tiene algo que ver con aquel vaquero que te visitó ayer?
Aquello atrajo la atención de Mile, ¿vaquero? Se miró los pantalones y sus botas de cuero. Sí, probablemente se refería a él.
-No, esto no tiene nada que ver con ese vaquero. Simplemente es un tipo que solía trabajar para mi tía, eso es todo.
Mile arqueó una ceja. No había trabajado para su tía en once años y el lo sabía. Aunque por otra parte, no esperaba que fuese a contar a Malcolm lo que había pasado entre ellos hacía once años. Quizá algún día Mile tuviese la oportunidad de explicar Nattawin Rayanne lo que realmente le sucedió aquella noche.
Malcolm sonrió, tomó a Nattawin Rayanne por la cintura y lo abrazó. El se apartó casi inmediatamente, pero no importaba. Mile siempre había sido celoso cuando se trataba de Nattawin Rayanne. Cuando pensó que ya había visto suficiente, Mile carraspeó fuertemente. Como si de una corriente eléctrica se tratase, la mirada de Nattawin Rayanne recorrió la habitación. Allí estaba, ¡Mile!
-¿Qué estás haciendo aquí, Mile?
Él se levantó y saludó con la cabeza, primero a el y después a Malcolm.
-Eso es exactamente lo que me preguntaste ayer.
-No creo que me guste tu respuesta hoy mucho más que ayer.
-Probablemente no, parece ser que vamos en el mismo avión.
La mandíbula de Nattawin Rayanne se convirtió en hierro y sus ojos verdes empezaron a emitir destellos de ira.
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Mile miró a Malcolm; tenía la mandíbula y los ojos prácticamente igual.
-Creo que no nos conocemos -le dijo a Mile-. Soy el doctor Malcolm Keene.
-Mile McKay. Se estrecharon la mano con fuerza, quizá con demasiada fuerza. Hubo un momento de tensión, pero finalmente separaron las manos.
-Nattawin Rayanne, no te voy a dejar que te montes en ningún avión con este vaquero.
