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Helaena estaba otra vez en aquel jardín fascinada con las extrañezas de aquellos insectos.
Pero algo la angustiaba, al tener aquella visión, como ella le dice, no a podido dormir y su sobrino que siempre estaba detrás ahora simplemente la ignoraba.
Siempre la escuchaba ahora ya no estaba.
- Creo que me equivoque al decir eso -decía a la araña que tenía en la mano.
Esta se levantó empezando a caminar viendo a los demás insectos.
- dioses, balerion es genial. -Escucho helaena.
Esta se acercó a donde provino la voz viendo entre los arbustos a su sobrino daerys leyendo un libro acostado.
- ¿Por qué haces tanto ruido por leer un libro? -preguntó esta acercándose.
-No solo es un libro. -se quejo este mirando como esta se sentaba a su lado.
- es sobre dragones -confirmó esta al mirar el libro agarrandolo.
- ¿Algún problema? ¿Eh? Se que no tengo un dragon, pero no por eso me puedes insultar. -dijo a la defensiva.
- Te pido disculpas, no estaba bien en ese momento. -Respondió tranquila abriendo el libro- te escucho.
- ¿Qué?. -preguntó este confundido.
- Qué quiero que me hables sobre los dragones. -Respondió esta sonriendo.
Helaena vio como los ojos de daerys aprecio un brillo y automáticamente empezó hablar e esta lo escuchaba atentamente.
Ya la era la ahora de la cena y los dos hijos de las antiguas amigas e ahora enemigas, no estaban y habían anunciado una terrible noticia.
- Debe estar escondido para no entrenar. -Respondió leanor con la mirada perdida.
- Leanor.. -se acercó rhaenyra preocupada.
- No te preocupes, estoy bien. -Respondió este intentando sonreír.
-Padre, madre, no lo encontré. -Habló Jacaerys llegando.
-Tranquilo, hijo. -dijo Rhaenyra soltando un suspiro.
- ¡Hola!. -Habló daerys entrando a los aposentos dando pequeños saltos.
- ¿Donde estabas? Te estábamos buscando por todos lados ¿Estas bien? -preguntó Rhaenyra preocupada.
- Madre, solo fui a leer. -Respondió este.
- ¿Estabas con helaena, cierto?. -ahora preguntó Jacaerys ¿molesto?.
- y eso a ti que te importa. -Respondió este divertido.
- Por que será mi esposa, madre me consultó para confirmarlo con el rey. -explico este.
- Supongo qué no aceptaste. -Habló este con más seriedad.
- Eso a ti no te importa. -Respondió con burla recibiendo un golpe de parte del otro.
