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Ya había pasado años de aquella promesa que el compromiso de helaena ya estaba hecho, esta ya era una adolescente pero seguía esperando que la promesa se haga realidad.
– Hija seguramente bebiste té de luna, ¡dime la verdad!. –Habló alicent desesperada.
– Te aseguro madre, no e bebido ese té. –Respondió esta calmada.
– Es muy raro que no estés encinta en tanto tiempo de casados. –seguía.
– Capaz que aegon tenga problemas con su cosa, si sabes a que me refiero. –decía sin mirarla.
– ¿Como se te ocurre decir eso de tu esposo?. –preguntó esta.
– Es solo una idea madre, no es nada personal.
Claro que era mentira, aegon ni siquiera la había tocado, como este siempre estaba en estado de alcohol, heleana fingía que habían tenido relaciones.
Ella esperaba a alguien más.
Ahí estaba el escribiendo una carta que nadie que estaba presente ahí sabía para quien era.
– Daerys... –Llamo su madre, Rhaenyra acariciando su vientre ya que estaba embarazada.
Rhaenyra después de la muerte de leanor se había casado con su tío y ahora esposo daemon qué era un desagrado para daerys.
– Dime, madre. –Respondió este mientras guardaba la carta entre las hojas de su libro.
–¿De nuevo escribiendo? –preguntó esta y su hijo asintió haciéndola sonreir.– Ven, el rey a mandado una carta.
– Estaré allí unos minutos. –Respondió este.
–Bien, te espero. –dijo esta para luego irse.
Daerys no la culpaba ya que la muerte de su padre había sido misteriosa y algunos rumores decían que los esposos lo habrían asesinado para casarse.
Ahora estaba en sus aposentos guardando la nueva carta en unos de los cajones ya que no podía mandarsela a aquella persona, ya que habría un caos, cuando este la viera en persona se las daría.
