12

280 30 2
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Helaena tenía a su bebé en brazos mientras esperaba la visita de su madre y de la de sus hermanos ya que su creadora tenía una noticia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Helaena tenía a su bebé en brazos mientras esperaba la visita de su madre y de la de sus hermanos ya que su creadora tenía una noticia.

– Por los dioses, esto es fastidioso. –expresaba alicent entrando a los aposentos junto a sus dos hijos.

– ¿hay algo que te preocupe, madre?. –preguntó con algo de preocupación ya que había pensado que su primogénito estaba involucrado.

– Vaemond esta reclamando el trono de Driftmark, Rhaenyra y sus bastardos están llegando. –Explicaba.

– Tu decidiste apoyarlo, madre, por eso ella vendrá, si te hubieras encargado de él, ella seguiría en Dragonstone. –Habló Aemond sin interés.

–Eso es lo menos que me preocupa. –esta miro a su nieto– harán lo mismo que hice, cuestionaran su legitimidad.

Alicent quería acercarse pero el niño abrazo con fuerza a su madre asustado, era un pequeño con cabellos castaños pero lo único que tenía de targaryen eran sus ojos morados.

– Solo tiene las características de los  hightower. –excusaba helaena preocupada haciendo reír a su hermano menor.

– Basta Aemond, que tu tampoco te salvas. –regaño alicent recibiendo una mirada confundido por este– Una golfa llego aquí asegurando tener un hijo tuyo.

–Madre, yo.. –intentó explicar.

– Callate, no me importa lo que hagas, aemond pero ten cuidado que ensucias a tu familia.

– ¿solo yo? Y haelana tampoco es inocente!. –Reclamo recibiendo una cachetada por parte de su madre y su hermana mayor apartó la mirada.

—Cierra la boca, los dioses me castigan con poner las características de los  hightower al niño, no quiero más problemas.

– Mi reina, El consejo está listo. –aviso ser criston.

– Justo a tiempo. –Expresó con sarcasmo para luego irse.

– Todo estará bien, mi pequeño. –murmuraba helaena a su hijo.

Helaena había salido de sus aposentos, quería dar un paseo con su hijo, ya que este estaba inquieto.

SANGRE Y HIELO | 𝐇𝐚𝐮𝐬𝐞 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐃𝐫𝐚𝐠𝐨𝐧 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora