capítulo 1: first (bad) impressions

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Clara Horner

Os puedo confirmar ahora mismo que la Fórmula 1 se vive mejor desde vuestra casa, con el pijama, comida, y con un ventilador.

Vale, yo sabía que en Baréin no iba a hacer precisamente frío, pero esto era demasiado. Lo único bueno es que por lo menos me había librado del día de prensa y de despertarme pronto después de una pequeña pelea con mi padre.

[El día anterior]
—Mañana tienes que estar lista a las siete de la mañana, empezamos reuniones a las ocho menos cuarto y comeremos en el hospitality. Hay buffet, algo encontrarás que te guste, mientras no molestes y te quedes quieta. Rhys se quedará pendiente de ti.—Ese era el nombre del hombre que me había acompañado desde Gran Bretaña, eso me había quedado claro.

—No pienso levantarme a esa hora. ¿Sabes lo que tardo en ducharme, maquillarme, vestirme...?

—Clara, por mi como si no duermes directamente, me da igual. Rhys tiene la llave de tu habitación para entrar si no lo haces.

Miré al chico que iba a ser mi carcelero, quien ahora estaba a unos metros de nosotros, dando la sensación de privacidad a nuestra conversación. Podría tener fácilmente unos treinta años, no era muy alto pero desde luego más que yo. Su cuerpo demostraba que se ejercitaba, con su corte militar y su barba de un par de días se veía sumamente atractivo. Me mordí el labio.

—¿Se supone que eso tiene que pararme? Suena como algo bueno—Sonreí, descarada, mientras mi padre solamente rodaba sus ojos. No era la primera vez que hacía algo así, y él lo sabía.

—Buen intento. Tiene esposa. Te conozco lo suficiente como para tomar mis precauciones.

—Bueno, se puede marcar gol con portero—Esta vez su cara sí fue de verdadero horror, y yo me regocijaba en ello—Tranquilo, nunca me meto con gente comprometida. Ya sabes, sonoridad y esas cosas. Además, ya había visto su anillo... Pero eso no cambia las cosas, no pienso despertarme tan pronto.

—No tienes opción, no puedes salir sola

—¿Quién ha dicho salir? Puedo quedarme aquí. El hotel es enorme. Rhys se puede quedar, si te sientes más tranquilo. No hay mucho que pueda hacer con un gorila así en la puerta de mi habitación.—Me encogí de hombros, y él acabó accediendo. Después de todo... ¿Qué podría hacer?

[Actualmente...]

Veinte años y el pobre seguía siendo igual de inocente. Por supuesto que iba a salir y librarme de él. Yo no soy prisionera de nadie, y mucho menos de mi padre.

No me costó mucho confundir a Rhys para meterle en el baño, con la excusa de que "la ducha no funcionaba".  Ya me había duchado antes de que él llegase. Me había vestido, maquillado y preparado con antelación, y aún así había caído por un truco tan viejo. Supongo que nada supera el ansia de un hombre queriendo jugar a ser un manitas.

Había pedido un Uber antes de que llegase a mi suite (gracias mamá por desbloquearme las tarjetas antes de venir) por lo que sólo me hizo falta salir corriendo y meterme en el coche que ya me estaba esperando en la entrada para escaparme de él.

A veces los hombres eran demasiado ingenuos. Pero no iba a ser yo la que dejase ir la oportunidad de visitar un país nuevo con un poco de libertad.

Ni siquiera hice gran cosa, resulta que Baréin no es un sitio especialmente turístico... Una gran pérdida para mí, pero al menos pude comprar algunas cosas antes de aburrirme.

Bueno, supongo que sólo hay una cosa que hacer en una ciudad en la que hay Gran Premio ese mismo fin de semana...

Ir a verlo, ¿no?

out of control | max verstappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora