Max Verstappen
Acabé la carrera eufórico, lleno de energía. Semanas atrás veía estos momentos imposibles, incapaz de controlar el coche e incluso llegando a dudar de mi capacidad como piloto. De mí.
Nada salía como yo quería, no podía hacer algo tan simple como girar sin que el coche se me fuera o se volviera inestable y, de repente, este fin de semana acababa de pilotar probablemente el coche más bueno que había montado en toda mi carrera.
Tal vez mi sensación tuviese que ver con el recuerdo de cierta pelirroja arreglándolo, quién sabe. Tampoco pensé mucho en eso. Ni siquiera pensé cuando prácticamente me abalancé sobre ella para abrazarla. Tampoco cuando le pregunté (por probablemente décimo tercera vez) si quería unirse a mí. A esto.
Sabía su respuesta, pero algo dentro de mí insistía en que cambiaría su opinión. Quería que lo hiciese.
—¿Qué coño has hecho ahí fuera?—Para mi desgracia, mi felicidad no duró mucho, porque ahí estaba mi padre. Esperándome en mi habitación, matando toda la esperanza de que quien estuviese allí fuera cierta veinteañera. Ni siquiera sabía dónde estaba, ahora que lo pienso.
—¿Ganar?—Respondí, irónico. No tenía tiempo para sus mierdas. Quería salir a celebrar, con la culpable de que todo haya sucedido.
—¿Desde cuando te he educado yo para que contestes así?—Rodé los ojos.—Hablo de la pequeña Horner. ¿Qué ha sido ese circo? No te pueden relacionar con ella.
—¿Con la hija de mi jefe? ¿La persona que acaba de probablemente salvarme la temporada? No lo creo.—Me encogí de hombros, comenzando a cambiarme.
—¿Salvarte? Te la ha arruinado. ¿O es que te has perdido por un coño?—Bromeó burlón, a lo que yo me giré como un resorte.
—Llámala así de nuevo. De verdad, hazlo.—Le reté, mirándole directamente a los ojos.
—Veo que sí.—Una mueca divertida apareció en su cara.—Lo entiendo, la chica es guapa... Y tiene unas buenas tetas.—Me acerqué a él de forma amenazante.—Vale, vale, lo pillo. Yo solo venía a decirte que te tiene engañado...
—Papá, deja de inventar historias por una vez en tu vida, solamente quiero celebrar, ¿sí?—Me alejé de nuevo, comenzando a quitarme el mono.
—Oh venga, ¿de verdad te crees que una niñata así sabría tanto de coches? Está claro que esto fue una manipulación desde el principio. Ella es la que quiere sabotearte... ¿Quién crees que puso eso ahí sino?—Comenzó su relato que, inevitablemente, me tensó el cuerpo recordando como yo llegué a pensar lo mismo.
—Es mentira...
—¿Acaso me vas a decir que no sacó nada a cambio de hacerlo?—Es cierto, ella consiguió lo que quería, se libró de Rhys y todo tipo de vigilancia sobre ella.—¿O acaso no era la persona adecuada en el momento adecuado?—Justo había llegado al paddock cuando mi coche comenzó a fallar. Y yo ni siquiera le caía bien.
La conversación que tuvimos en la residencia Horner vino a mi mente. Cómo se sinceró conmigo, me habló de su pasado y de su relación con su padre. Ella no haría algo así, no...
—Ella no...—Empecé la frase, pero ni siquiera la terminé, puesto que al mismo tiempo mi cabeza se llenaba de dudas.
¿Por qué la habían llamado a ella? ¿Por qué ella sabía dónde estaba y mis ingenieros no? Tienen mucha más experiencia que ellos, y mucho más años de estudios. Ella nunca había estado cerca de un Fórmula 1, no puede ser...
—Simplemente has sido el piloto del momento, Max. Te quería quitar de en medio... Te odia. Piensa, ¿a quién ha favorecido todo esto?—Él seguía presionando, y mi fortaleza mental se iba debilitando.—¡Lando Norris! ¿Es que no lo ves? Primero fue Charles Leclerc, pero después de ver que no le servía de nada, se deshizo de él. Es una manipuladora nata, como su padre, y tú... Tú solo eras el obstáculo... ¿Y qué me dices de lo de mantenerse al margen? ¡Una tapadera! ¿Por qué si no, una chica que estudia ingeniería como ella, con la oportunidad de cumplir su sueño y trabajar en la categoría reina con un equipo puntero, lo rechaza?
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out of control | max verstappen
Fiksi PenggemarDónde Clara Horner siempre fue la hija modelo, la primogénita, la niña de papá, educada, recatada, correcta... Hasta que dejó de serlo. Dónde Christian Horner se ve obligado a llevar a su hija consigo porque su mujer no podía lidiar con ella más. ...