Entras a un trabajo en una librería, pero, apenas en el primer día ves un libro algo extraño, pues no tiene autor, este se titula "el bosque de los demonios" no le tomas mucha importancia hasta que te comienzan a pasar cosas extrañas, y, de un día a...
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— .....Tienes razón. —Gyutaro en ese entonces volteo a ver a su hermano, tú abriste tus ojos con mayor sorpresa ante sus palabras. — Seguramente ellos van a querer embarazarla primero y a nosotros nos va a tocar al final. —te volteo a ver nuevamente, y se inclino hacia ti para después sonreír de forma macabra. — Mírate..:estas tan asustadiza.
Por instinto quisiste retroceder, pero Deki no te dejó cuando en un momento repentino hizo un movimiento con una de sus manos, y pronto varias partes de su faja se dirigieron hacia ti, te tomaron de todas las extremidades y te inmovilizaron contra la pared, y una de estas, se empezó a enrollar en tu cuello.
— N-No, por favor..no hagan esto... —apretaste tu cuerpo y lo tensaste, tratando de safarte de aquel agarre.
Pero pronto Gyutaro se acercó a ti, tomo tu cabello y lo jalo hacia atrás provocando que tu mirada esté directo hacia el techo, pudiste sentir como abrió toda su boca mostrando sus colmillos, los cuales apuntaban hacia una zona sensible de tu cuello, cerraste tus ojos preparándote para aquel dolor, cuando de repente...
— Deki. —llamó a su hermano, quien se cruzó de brazos.
— ¿Que es lo qué pasa? Creí que la ibas a morder, ¿pasa algo? —le preguntó, aunque pronto se preocupó cuando su hermano mayor se quedó callado durante unos largos segundos, y de repente apretó sus dientes, rechinándolos con furia.
Soltaste un quejido y tus ojos empezaron a lagrimear cuando sentiste como apretó más tu cuello, unas venas empezaron a remarcarse en sus manos, brazos hasta llegar a su antebrazo, también en su cuello, básicamente, en todo su cuerpo, incluyendo el rostro.
— Hermano, deja de hacer eso, me estas preocupando bastante. —comentó el menor preocupado.
— Ella ya está marcada... —Deki abrió sus ojos con sorpresa ante las palabras del pelinegro con puntas verdes.
— ¿Q-Que..? ¿Pero como...?
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Los únicos que lograron sobrevivir a la masacre de los chicos, sargentos entre otros fueron los más pequeños de la familia Kamado, estos fueron tratados como monstruos, con la creencia de que esto estaban malditos y gracias a eso fue la masacre, aunque no era así.
Por eso, todos estos días los han mantenido encerrados en una habitación donde no llega la luz del sol, donde, además de no darles comida o agua seguidos, los golpean cada vez que pueden.
Hoy era un día muy diferente a los otros, pues, llegaría Kie a recogerlos, pero a cambio de una gran cantidad de dinero.
Era una mañana algo fría, en aquel camino, se podía apreciar a la mujer caminando, lo único que se escuchaba eran sus pasos chocando contra aquel lodo, provocado por la lluvia intensa hace días.
