36: Adorada por el diablo
— ¡Ya llegue! —del jarrón se escuchó la voz de Gyokko, quien salió y después sacó de este algo que te dejó congelada e impactada...
Tanjiro Kamado, frente a ti...temblando, se veía que lo había tomado a su voluntad pues estaba tan confundido y asustado...
— ¿Q-Que hace el aquí..? —preguntaste, sintiendo todo caer al verlo, este, al escuchar tu voz alzó su cabeza, dejando ver una venda en su ojo izquierdo, y sangre seca resbalando por sus mejillas. — ¿T-Tanjiro..?
— Hikori, perdón no protegerte yo- —no acabó de hablar pues fue golpeado por Gyutaro, este golpe fue lo suficiente fuerte para no dejarlo inconsciente pero si para que cayera al suelo.
— ¡Déjenlo! ¡Él no tiene nada que ver con esto! —sollozaste, te daba mucha impotencia que estuviera así...por tu culpa.
— Si tiene que ver, supongo que su mayor error fue conocerte. —seguido acto Gyokko lo tomó del cabello, y lo alzó. — Por tu culpa, uno de nuestros enemigos, lo convirtió en un sub-demonio.
– Que diablos es eso..? —interrogaste, cada vez más confundida, pero a la vez rogando con la mirada que dejarán en paz al pelirrojo.
— Un sub-demonio es una persona que fue perturbada por un demonio, convirtiéndolo así en mitad humano y mitad...ya sabes. —Deki se encogió de hombros.
— ¡Gyokko! Ya haz lo que tengas que hacer que estoy empezando a desesperarme! —Gyutaro se acercó amenazadoramente al aludido, quien tomó ahora del hombro al muchacho.
Tanto como tú y Tanjiro estaban realmente muy confundidos, tú tenías un mal presentimiento de todo esto y él también, se notaba en su mirada.
Pronto, el sexto capital le dio una seña a su hermano de que tomara al pelirrojo.
— ¡Ew! ¿Crees que yo tomaré a ese chico asqueroso? ¡Está lleno de tierra y quien sabe hace cuanto se baña! ¡Me pegará los piojos! —lo apuntó con una mueca de asco, su hermano mayor solo suspiro antes de acercarse a Tanjiro y tomarlo por su cuenta.
— ¿Si ves que no tiene un ojo? —seguido acto, le quitó la venda de un tirón haciéndolo quejarse, pero también mostrar que, efectivamente, no tenía un ojo, solo un gran hueco mostrando el interior de su cabeza. — Da asco, ¿verdad?
El pelirrojo apartó la cabeza sintiéndose avergonzado y humillado, tú veías todo impactada.
— Está así por tu culpa, Kokushibo se lo quito con tal que le dijera algo sobre ti, pero nada... prefirió quedarse sin un ojo. –sacó una de sus navajas de sangre, y lo puso en su brazo. — Ahora, no tendrá un brazo si no contestas la siguiente pregunta: ¿cuantos demonios híbridos se han reproducido contigo?
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El bosque de los demonios | Pilares, Lunas superiores
أدب الهواةEntras a un trabajo en una librería, pero, apenas en el primer día ves un libro algo extraño, pues no tiene autor, este se titula "el bosque de los demonios" no le tomas mucha importancia hasta que te comienzan a pasar cosas extrañas, y, de un día a...