Entras a un trabajo en una librería, pero, apenas en el primer día ves un libro algo extraño, pues no tiene autor, este se titula "el bosque de los demonios" no le tomas mucha importancia hasta que te comienzan a pasar cosas extrañas, y, de un día a...
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En un hermoso bosque se podía apreciar a un chico de cabellos negros con puntas naranjas, este estaba sentado en su patio delantero en una silla que tenía movimiento. Frente a el estaba el denso bosque con sus grandes árboles que tapaban el sol de amanecer.
— ¡Nezuk, Nezuk! — Grito un pequeño de cabellos negros también y con un copete que escondía su frente. — ¿Hoy vamos a ir por flores para papi? —
El mayor lo volteo a ver y le dedico una hermosa sonrisa de amabilidad, para después acariciarle el cabello con suavidad.
— Hanok, recuerda que para ir necesitamos a Tanjiro, el es el mayor y si no va nuestro padre no nos dejará... —Le recordó Nezuk con algo de tristeza, el menor se desánimo ante sus palabras.
— ¡Pero tu también eres uno de los mayores! Tu puedes venir conmigo, anda! — Le pidió recostando su menton sobre la pierna del mayor.
Antes de que Nezuk le negara de nuevo, una voz masculina se escucho.
— ¡Hanok, yo puedo acompañarte! — Ambos voltearon al lugar donde provenía aquella voz y vieron a su hermano mayor con un hacha para cortar árboles. — Yo conseguiré leña en el bosque, si gustas puedes acompañarme y ahí buscas esas flores para nuestro padre! —
— ¿Enserio? — Hanok pregunto con brillitos en sus ojos, el pelirrojo asintió.— ¡Yeii, yo si quiero ir! —
— Tengan cuidado..! — Pidió el pelinegro con puntas naranjas preocupado por sus hermanos.
— ¡Sip, lo tendremos! — Manifestó el menor corriendo hacia el mayor.
Tanjiro y Hanok se fueron al denso bosque mientras Nezuk los veía con preocupación, el sabía que siempre volvían a salvo, pero últimamente el pueblo ha visto apariciones de supuestos animales que se pueden convertir en humanos híbridos, o también han visto demonios, por eso tiene miedo de que sus hermanos vayan al bosque, teme de que no vuelvan con vida.
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Abriste tus ojos con lentitud, encontrandote con varios árboles y el sol el cual te iluminaba, entrecerraste tus ojos ante esa repentina luz.
— (¿Donde estoy...? Oh...si es cierto....morí....¿Acasoestoy en el cielo?) — Pensaste con tristeza pero a la vez con curiosidad.
Cuando te acostumbraste a la luz del sol finalmente te levantaste del suelo, viste tu vestimenta y estabas semidesnuda....
— ¿¡EH?! MALDITA SEA NADIE ME PUEDE VER ASI! — Con tus manos tapaste tu cuerpo semidesnudo y miraste a todos lados de nuevo.
No recordaba como habías llegado ahí, lo último que recuerdas era que estabas siendo atacada por una sombra completamente negra y moriste.
Comenzaste a entrar en pánico, no sabias donde estabas ni el porqué, estabas en medio del bosque sin rumbo alguno, te estabas comenzando a desesperar y estabas aguantando tus lágrimas, incluso tu cuerpo estaba temblando.
