Flores y Espinas HOPEV

10. Tensión creciente.

Kim se encontraba bajo el sol abrazador sosteniendo la correa de su Yegua Altamira, mientras que en el establo le daban un rotundo "No hay más espacio" pues por arte de magia habían traído los demás caballos de Lady Agatha.

Ya se estaba hartando de la preferencia y que el palacio girara en torno a Lady Agatha Lusse, tomó la correa de su Yegua y al girarse se encontró con varias carretas que las cargaban con flores del banquete.

— Que hermosa Yegua.— Comentaron a espaldas suyas, Kim se giro, encontrandose a Lord Ternear. — ¿Es suya?— Le preguntó.

Taehyung asintió, haciendo una leve reverencia en forma de saludo.

— Así es, fue un obsequio de mis abuelos... Pero ahora no se donde se quedará, me han dicho que los establos están llenos.

Lord Ternear se acerco a la yegua.

— ¿Puedo?

kim asintió, observó como la acariciaba, saludándola.

— Yo tengo establos, si gustas puede quedarse allí, recibirá buen trato.

Realmente le incomodaba aceptar favores, pues la última vez le había salido caro la ayuda, quedar en deuda o deberle agradecimiento era una manera sutil de tener poder sobre otro, así que no quería cruzar esa línea de deber más favores.

— Le podría aceptar 2000 libras al mes si eso lo deja tranquilo.— le dijo como si hubiera escuchado sus pensamientos, a lo que Kim sonrió aceptando, saco de su bolsillo las libras y se las entregó.— Vamos entonces.

Kim montó a Altamira, Lord Ternear se alejo un poco viendo la vista que que proyectaba del floricultor, llevaba un atuendo azul marino con tul en los hombros, sus clavículas se veían mientras manipulaba a su yegua, con la cual contrastaba con el blanco de esta, su corona descansaba en su cabeza despreocupadamente, se le fue el aliento, carraspeo para volver en sí y dirigirse a montar su caballo.

Ellos dos salieron del palacio seguidos de las carretas llenas de flores, Kim estaba feliz, pues el viento fresco le rozaba los hombros como una caricia, se sentía libre con su Yegua, El caballo de Lord Ternear se emparejo a su altura para poder hablar.

— ¿Como va su cortejo con Su Alteza el cuarto Príncipe?— se atrevió a preguntar.

Kim lo miro y sonrió, ah sí, su farsa.

— Vamos bien, sin prisas.— dijo ruborizándose inmediatamente al acordarse del día anterior en como lo había besado, pero no lo atribuyó a algo romántico, si no más a un autodescubrimiento, teniendo en cuenta que era un Come flores y era la primera vez que estaba cerca de un floricultor, obvio que sus instintos lo cegaron por un momento al probar sus flores.

— ¿Y veremos a su hermana? — le preguntó.

— Probablemente sí, sabe mucho de usted, estará feliz en conocerlo.

kim alzo sus cejas sorprendido.

— ¿Cómo me conoce?

Lord Ternear sonrió.

— Todos saben quién es el cortejo del cuarto Príncipe.— le guiño un ojo, Lord se detuvo viendo al frente, su mirada se volvió seria e hizo una leve inclinación con su cabeza. Kim llevó su mirada al frente, "Oh no" La guardia real se acomodaba evitando su paso, abriendo el paso a un caballo negro del cuarto Príncipe, que serio se acerco quedando en frente de ellos, mirándolos, a estas alturas conocía que personalidad llevaba puesta, su mirada era de irritación y coquetería a la vez, algo no le había gustado, muy distinto cuando se muestra indiferente y serio.