Una lluvia torrencial azotaba al reino, los pobladores corrían a refugiarse a los hostales más cercanos, los mercaderes levantaban rápidamente sus puestos, los niños corrían mojados a refugiarse con sus madres, Kingston Hall se cubría de un ambiente de tristeza desde el día que se hizo el hechizo prohibido, el sol parecía oculto entre las nubes en la caminata fúnebre, los abuelos de Taehyung yacieron a lado de Taehyung con su último suspiro, el cuarto Príncipe acepto todos los males de Taehyung como suyos, también había mandado hacer dos tumbas juntas en un jardín conmemorativo en la casa de los abuelos de Taehyung, donde se encontraba también su difunta hija.
La Guardia Real Llevaba dos féretros a píe una banda del palacio los cubría, señal de máximo respeto en el reino, El cuarto Príncipe Jung Hoseok ayudaba en la carga del Féretro del ahora difunto Señor Germán, con la lluvia azotando y siguiendo su caminata, todos caminaban a pie, algunos guardias iban unos metros adelante para asegurar el paso.
Aunque Jung Hoseok les juro en vida que cuidaría de Taehyung con su vida, lo volvió hacer mientras acomodaban los Féretros a lado del gran árbol que su difunta hija hizo crecer, dejando el espacio necesario, dieron lugar para plantar ahora sus árboles, el príncipe en medio, como se inclino en vida ante ellos, lo volvía hacer de nuevo, agradeciéndoles y prometiéndoles que sería la sombra de su querido nieto Taehyung de ahora en adelante, que se fueran tranquilos en su viaje trascendental.
Todos los guardias agacharon la cabeza en señal de respeto, guardando un minuto de silencio, a pesar de la lluvia, nadie se movía de su lugar, la lluvia recio con fuerza, seguramente los cielos estaban molestos, o lloraban de tristeza al recibir a dos almas que se sacrificaron por su ser amado, su nieto el floricultor Kim Taehyung.
Las semanas siguientes pasaban, El Príncipe pasaba todas las tardes viendo las mejoras de Floricultor Kim Taehyung, seguía el mismo ritual, le pasaba trapos con agua de rosas, lo peinaba, esculcaba quitándole toda las flores y ramitas de más, su cabello iba regresando a su tonalidad, sus labios dejaron ese color purpura, y los surcos de bajo de sus ojos desaparecieron en su totalidad, señal de que no tardaría en despertar.
El príncipe se encontraba en la sala de estar con la mano derecha de su Guardia real, toda la servidumbre se encontraba ahí para saber que pasaría en los próximos días.
— Por el momento no creo oportuno que Taehyung se someta de nuevo al estrés del palacio, le haré saber a los Reyes que nos instalaremos de Kingston Hall, para que le acondicionen una recamara al Floricultor Kim— Todos lo escuchaban con atención— Sobre los abuelos de Taehyung...— Se detuvo momento tragando duro.—Buscaré el momento para hacérselo saber con tiempo, queda prohibido que se saque el tema.—
Todos hicieron una leve reverencia de haber entendido sus ordenes.
— Pueden retirarse.— Jung se preparó para salir hacía el palacio, puesto que los reyes le pidieron ir para tratar temas de suma importancia en cuanto a su estancia y sus obligaciones.
Su guardia personal pidió en quedarse bajo su mando, pues le tenían mucha lealtad al cuarto Príncipe y por el trato humanizado que les dio cuando se le otorgo las facultades de entrenar y ordenar a la guardia real en conjunto con su ejercito, Jung no quería ser un Principe inútil que vivía bajo la sombra de su hermano que era el heredero, en cuanto le hizo saber a su padre el Rey, este aplaudió su dedicación a su corta edad, yéndose del palacio a los catorce años para iniciar su entrenamiento, la guardia real al final de cuentas seguían siendo sirvientes los cuales su mando había pasado por varios ávaros psicóticos, que deshumanizaban a los novatos o eran indulgentes e irrespetuoso con los que llevaban tiempo, hasta que el cuarto Príncipe llego, el trato mejoro, se les trataba con respeto y se implementó ayuda a los que tenían familias, como abonos para pollos cada mes, educación gratuita para sus hijo y muy buen incentivo sis sus hijos se unían a la guardia real, desde el mandato de Jung las inscripciones a la Guaria real aumentaron considerablemente, dandole al reino un ejercito basto, leal y preparado para con el reinado de los Jung.
Jung sabía que sus padres estaban sumamente molestos, una de las cosas era que se volvía a su residencia de Kingston Hall cuando apenas habían regresado sus hermanas las princesas, aparte que estaba mal visto más siendo de la realeza que se quedarán en una residencia aparte sin supervisión fidedigna, ya que estando en la privacidad nadie e pondría un pero pues los sirvientes obedecerían en todo al Cuarto Príncipe, a la Reina le inquietaba pues no estaban cansados formalmente, a quien igual le causaba inquietud era a Lady Agatha.
— Su Majestad, si así lo prefiere podríamos ir las princesas y yo a hacerle compañía al Floricultor Kim, así podrá esta usted tranquila. — dijo sonriendo mirando a la Reina quien alzaba la vista, meditándolo.
Odette miro la reacción de su hermano el Príncipe que tenía una mirada de hartazgo, aunque fuera estoico y serio, conocía sus micro expresiones y el plan no le causaba la mínima gracia.
— Su majestad, declinamos lo que comentó Lady Agatha, mi hermana y yo tenemos asuntos reales que atender y por lo que vimos ese día, sobre la condición tan severa en la que se encontraba el floricultor, seguramente necesitara descanso, ya habrá tiempo más adelante para conocernos.— le dijo a su madre, haciéndoles recordar a los reyes en que estado había dejado el floricultor el palacio.
—Su Majestad, En cuanto se muestre estable y solo si así lo decide él, regresaremos al palacio, si no, nos quedaremos en Kingston Hall.— les dijo el cuarto príncipe.
— ¿Cómo dices? Cuida la manera en como hablas, lo haces como si ya hubieses tomado la decisión de unirte a él y eso no debe tomarse a la ligera — le dijo la Reina, a lo cual Jung sin inmutarse solo respondió:
— Créame Su Majestad, no estoy tomando nada a la ligera.—
En Kingston Hall todos se movían rápidamente por la residencia, pues el Floricultor Kim Taehyung había despertado, aturdido, era acompañado por un séquito de damas de compañía, preguntando que era ese lugar y quien era el dichoso Cuarto Príncipe del que hablaban, una de las damas llorando y tomándolo del brazo para cuidar de su caminar no dejaba de repetirle lo Felix que estaría el Cuarto Príncipe de ver que había despertado, Kim solo veía caras de compasión y felicidad a su alrededor ¿Cómo fue que conoce a toda esta gente? o ¿Cómo es que conocía al Cuarto Príncipe? su cabeza martillaba, las ideas confusas golpearon su mente, pues no lograba recordar nada, sintió un leve mareo lo que causo que se detuviera a mitad del gran salón que daba a la entrada principal, sosteniéndose de las escaleras para recuperar el aliento, escucho alboroto afuera, las puertas se abrieron dejando ver al Príncipe, su mirada busco a la suya, Jung sintió algo cálido en el pecho de verlo de pie, observándolo curioso con esos preciosos ojos cafés, se apresuró a llegar hasta él causando que los sirvientes se dispersaran dándoles espacio.
— Gracias a los cielos has despertado— dijo tomándole las mejillas con ambos manos observandolo de cerca— ¿Cómo te sientes? ¿Te sientes mal? ¿Necesitas algo? Deberías descansar, hay una recamara acondicionada para ti, cualquier cosa que quieras solo pídelo, estas en tu casa. — dijo Hoseok notablemente un poco eufórico.
Kim lo miro bien, ¿Ese era el dichoso Cuarto Príncipe? recuerdos muy vagos que apenas y eran recuerdos azotaron su mente, pero todo era confuso.
— Yo... eh... No sé.— no sabía que decirle.
Monique dio un paso adelante.
— Su Alteza, Creemos que presenta una leve perdida de memoria, pues no nos recuerda a ninguno de nosotros ni... a usted.— dijo en voz baja apenada.
Kim sintió incomodidad ante las miradas bajas y de pena que le daban al príncipe.
— Yo lo siento...— Comenzó a decirle— En este momento mis ideas no son muy claras, espero que no se ofenda Su Alteza, por no recordarlo.— dijo mirándolo con timidez.
Hoseok parpadeo saliendo de su trance.
— No te disculpes, tu cuerpo dio todo de si, estabas muy grave, te acompaño a tu alcoba, deberías descansar ya habrá tiempo para ayudarte a recordar.— le dijo mostrándole el brazo en forma de gancho para que Taehyung lo tomará.
Kim lentamente le tomo el brazo para sostenerse, apretó levemente este, Hoseok sonrió a sus adentros, Taehyung estaba ahí, subiendo con él, pálido aún, un poco tembloroso y tímido, sus icónicas flores descansan en su cabeza, tuvo que reprimir las ganas de abrazarlo y pegar su nariz a su cabellera para olerlo y embriagarse de su aroma, su corazón rebosaba de felicidad de no haberlo perdido.
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Flores y Espinas HOPEV
ActionKim Taehyung era un floricultor tímido, reservado y sin pretensiones, educado a las afueras de la ciudad, siguiendo a su amiga Lee Yoona, quien convoca un concurso para su cortejo. En un viaje junto con su institutriz, le ocurre un accidente, que d...