Flores y Espinas HOPEV

24. Húmeda Invitación

La Reina ya tenía a la mira al Príncipe Hoseok, pues hace tres días debió  haber llegado al palacio para terminar con los últimos detalles antes de su banquete pero por una extraña razón el Príncipe no daba señales de ni siquiera pensar en instalarse en el palacio. 

— Por favor, Sir John hágale saber al Príncipe Hoseok que su Alteza Real le exige su inmediata instalación en el palacio.— dijo mientras observaba los detalles de las invitaciones que habían sobrado. — No sé que pienso tiene mi hijo, ¿Acaso quería venir el mismo día de su banquete? — dijo la Reina notablemente molesta. 

Lady Agatha le sonrió.

— La entiendo su Majestad, son momentos tensos, confío en que todo saldrá bien.— 

La Reina suspiró, sabía que la situación del reino no era buena, las tensiones crecía y el descontento del pueblo era inminente, los rumores y comentarios maliciosos habían sido mordaces para el Príncipe Heredero que lo tachaban de incompetente, pues podría demostrar lo útil que sería para gobernar en un futuro pero inclusive el Rey no había podido solucionar el asunto, diario veía entrar a brujos, aunque le había puesto inquieta sabía que los intentos desesperados del Rey por despejar el camino de mercaderes lo habían llevado a un estado de humor irritable. 

Lo cual era entendible pues ya habían traído a todo brujo que se conociera para intentar deshacer el maleficio pero parece que no inmutaban ni siquiera un gramo de aquel maleficio, su preocupación se extendía mientras pasaban los días, habían muchas probabilidades de un levantamiento armado, pues los suministros escaseaban para el pueblo, la comida ya casi no era suficiente, para ello el Rey había implementado un comedor comunitario, pero el grupo contestatario se había encargado de entrar a robar y hacer destrozos con la comida. 

El Estrés comenzaba a repercutir en la salud del Rey, pues las ojeras marcaban su antes seria e inmaculada mirada, el cansancio se hacía notar y la preocupación parecería notarse con pequeños brotes en sus mejillas, la Reina lo veía preocupada, pidiendo a Dios que los ayudasen a superar esta crisis en el Reino.

Tanto el Príncipe Heredero y el Rey tenían en la mira al Floricultor Kim Taehyung, para ello tenían enfrente a una de las últimas brujas, una mujer que se hacía ver joven pero podría pasar los cientos de años, como ya se lo habían explicado Taehyung no tiene manejo de sus poderes, como de un bebé se tratase y que recién aprenderá a caminar, pero no tenían el tiempo para instruirlo, la única manera era es que uno de los seres que amaba corriera el riesgo de perder la vida para activar su poder por impulso, tal y como la pesadilla logro desatar su poder aun dormido, y para ello tenían que usar de anzuelo a su propio hijo, el Príncipe Hoseok.

———————————————————————————————————————————————

El guardia personal de Hoseok se encontraba en el salón principal con el Cuarto Príncipe, quien le hacía saber las noticias del Reino. 

— Entonces el Rey ha llevado a más brujos al palacio.— dijo extrañado.— No confío que haya desviado su atención de Taehyung, el Rey es astuto y cruel cuando se lo propone. 

— No he logrado saber más, Alteza.— dijo Yoongi 

Hoseok asintió.

— En cuanto a la Reina — Prosiguió Yoongi.— Exige su presencia en el Palacio.

Hoseok bostezo, a decir verdad Yoongi lo veía relajado y tranquilo, últimamente se paraba de la cama tardes, pues solía llamarlo al amanecer para ordenar los deberes del día, pero hace unos días lo hace pasada las nueve de la mañana y no era secreto a voces en Kingston Hall de que desde el incidente, el Floricultor Kim Taehyung y el Cuarto Príncipe dormían en la misma alcoba, algunas noches inclusive en el invernadero de Taehyung.