Acostadas en la cama que les corresponde, Andrea y Esmeralda se miraban a discreción en medio de la oscuridad de la noche. Lucían como lobas, una que tantea el terreno al que llegó como forastera y la otra mide los movimientos de la intrusa a la que gustosa le destrozaría el cuello de una mordida. Sin embargo, en el interior de Esmeralda vibraba la inquietud de saber más sobre la nueva, después de todo había sobrevivido a un ataque bestial de La Legión, quienes dominaban la mayor parte del reclusorio y ni siquiera los oficiales se atrevían a llevarles la contraria. La peculiaridad de esa chica era como una arma, y ella prefería tenerla de su lado que apuntándole la cabeza.
Se removió y aclaró la garganta de forma exagerada, quitándole a Andrea la posibilidad de fingir que no la miraba.
—Mañana será tu primer día de verdad en este infierno. Trata de no buscar problemas.
El corazón de Andrea se aceleró.
—Sé servicial y nunca te opongas a nadie —continuó Esmeralda—, aunque tengas la razón. Aquí las que mandan son todas menos tú, las nuevas no tienen derechos ni privilegios. Serás ciega, sorda y muda.
Meditó las palabras que el impulso del momento la llevó a decirlas. Había pasado tiempo desde la última vez que intentó ser buena con otra persona, le costó más de lo que le gustaría admitir.
Su consejo era ser igual que todas, débil y oportunista, cosa que ni en la sombra de Andrea podía ver. Si lo que decían de ella era verdad, volverse como todas sería cavar su propia tumba. Perder una nueva con potencial también le traería problemas y en esos momentos Esmeralda debía procurar respaldar su poder en el módulo uno, en especial ante los ojos de las pelirrojas. Entonces se le ocurrió algo.
—Les das miedo. —Se sentó y la miró con mayor franqueza—. Usa eso para que te respeten, a menos que quieras ser un tapete más.
Sin algo extra que decir, se envolvió con la cobija de pies a cabeza.
Andrea no dejó de mirar el bulto en el que se convirtió con un nudo en la garganta doloroso. Ciertas o no las palabras de su compañera, que decía y actuaba de forma contradictoria, debía escoger una postura en aquel lugar inexplorado. Por una parte quería ser de ayuda en el proceso de su caso, es decir, contenerse, o como dijo Esmeralda, ser un tapete, y por otra estaba la constante sensación de peligro que podría orillarla a reaccionar a la defensiva.
Sólo había una cosa clara en sus pensamientos: no quería volver a ser parte de un enfrentamiento como el que tuvo con La Legión.
🦋
El calor la sacó de la comodidad de su nueva cama. A su alrededor no había nada aparte de una penumbra asfixiante que la alertó. Tanteó a su alrededor en busca de algo, un mueble, las camas extras arrumbadas en el rincón o a las dos mujeres que se supone debían estar allí, pero sus manos siguieron vacías por más que avanzara.
Entonces, el miedo le recorrió el cuerpo en forma de brisa glacial.
Por más nublado que estuviera el cielo, al encontrarse en el último piso del edificio algo de claridad debía haber. Se estremeció ante la idea de hallarse encerrada en algún especie de cuarto sin ventanas, peor que la celda de castigo a la que fue confinada durante su recuperación; allí al menos la consolaba las voces de las otras tres presas.
Sus sentidos se agudizaron. Si en verdad era un cuarto sin ventanas, lo primero a hacer era encontrar las paredes y calcular el diámetro al tiempo que se buscaba la puerta. Comenzó la travesía hasta que el tintineo de cadenas arrastrándose captó su atención. El sonido era cercano y provenía de un sitio a sus espaldas. Se giró con calma, tratando de dominar el nerviosismo que ya había alterado su ritmo cardiaco y el cosquilleo en cada una de sus extremidades. Delante de ella aparecieron un par de ojos rojos que tenían por iris una llama dispuesta a consumirla entera.
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A veces es difícil respirar (borrador)
DiversosAndrea es una estudiante de preparatoria de último año solitaria, impetuosa y leal a sí misma. Tras el ascenso de su papá en el trabajo y el cambio de escuela, promete mejorar su conducta y comenzar a socializar, pero parece que mientras más busca a...