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Diana Mendes era la hija rebelde de un magnate brasileño, famosa por su espíritu libre y sus constantes desafíos a las normas impuestas por su familia. Su hermano mayor, Shawn, siempre había sido su protector, comprendiendo su necesidad de independencia, pero sabiendo también cuándo intervenir para mantenerla a salvo.

Ayrton Senna, el mejor amigo de Shawn, era un hombre atractivo y exitoso. Dueño de un prestigioso taller de autos de lujo en São Paulo, Ayrton tenía un aire de confianza que lo hacía irresistible. Había conocido a Diana durante años, pero siempre la había visto como la hermana menor problemática de su mejor amigo. Hasta que una noche cambió todo.

Shawn, preocupado por las recientes escapadas nocturnas de Diana, le pidió a Ayrton que la vigilara. Ayrton aceptó, más por lealtad a Shawn que por otra cosa. Pero una noche, después de recibir una llamada angustiada de Shawn, Ayrton encontró a Diana en un club nocturno de mala reputación, rodeada de personas que claramente no tenían buenas intenciones.

Sin pensarlo dos veces, Ayrton intervino. Tiró de Diana y la sacó del club, llevándola directamente a su taller, donde sabía que estarían a salvo.

-¿Qué demonios crees que estás haciendo? -gritó Diana, enfadada por la intervención.

-Salvándote de ti misma -respondió Ayrton con una mezcla de ira y preocupación-. Shawn está preocupado, y con razón. No puedes seguir metiéndote en estos líos.

Ayrton la dejó en su oficina, cerrando la puerta detrás de ellos.
Diana, aún furiosa, comenzó a protestar, pero Ayrton la cortó.

-Escucha, Diana. Entiendo que quieras ser independiente, pero no puedes seguir poniendo tu vida en peligro.

Diana se quedó en silencio por un momento, sus ojos llenos de desafío. Pero también había algo más, algo que no había sentido antes con tanta intensidad. La presencia de Ayrton, su firmeza y su indudable atractivo, estaban despertando algo dentro de ella.

-¿Y qué? ¿Ahora eres mi niñero? -dijo, dando un paso hacia él.

Ayrton no retrocedió. En cambio, sus ojos se encontraron y una chispa de tensión cargada de electricidad pasó entre ellos.

-Si eso significa mantenerte a salvo, entonces sí -respondió Ayrton, Su voz baja y grave.

El aire se cargó de una tensión palpable. Diana dio otro paso, acercándose a Ayrton. Podía sentir su calor, la intensidad de su mirada. El desafío en sus ojos se transformó en algo más.

-Nunca pensé que alguien podria ponerme en mi lugar, Senna murmuró, su voz apenas un susurro.

Ayrton sintió su propio control tambalearse. Había pasado años viéndola como la hermana de su mejor amigo, pero ahora, con ella tan cerca, se daba cuenta de cuánto la deseaba. Sin pensarlo más, acortó la distancia entre ellos, sus labios encontrando los de Diana en un beso ardiente y urgente.

Diana respondió con la misma intensidad, sus manos aferrándose a la camisa de Ayrton mientras el beso se profundizaba. La oficina del taller se llenó de sus respiraciones entrecortadas yel sonido de la ropa siendo arrancada con impaciencia.

Ayrton la levantó, sentándola en el escritorio, sus manos recorriendo cada centímetro de su cuerpo mientras sus labios no se apartaban de los de ella. Diana, con la misma pasión desenfrenada, lo atrajo más cerca, disfrutando del calor y la urgencia de sus caricias.

El deseo que habían estado reprimiendo explotó en una oleada de pasión, haciendo que cada segundo se sintiera eternoy al mismo tiempo, demasiado breve. Cuando finalmente se separaron, ambos jadeaban, sus cuerpos entrelazad os y sus corazones latiendo con fuerza.

Diana lo miró, una sonrisa satisfecha en sus labios.

-Quizás te he subestimado, Senna.

Ayrton, aún tratando de recuperar el aliento, le devolvió la sonrisa.

-Y yo a ti, Mendes.

Esa noche fue el comienzo de una relación que combinaría su espíritu indomable con una pasión innegable. Aunque las peleas y los desafíos no desaparecieron, cada confrontación ahora estaba cargada de una electricidad que solo ellos podían entender. Ayrton y Diana descubrieron que el amor y el deseo podían surgir del conflicto, transformando sus vidas en una constante aventura cargada de emoción y pasión.

One Shots - Ayrton Senna © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora