El ruido de los motores se filtraba a través del garaje mientras Diana se inclinaba sobre la computadora, revisando los datos del último test de pista. Sus dedos volaban por el teclado, ajustando cálculos, buscando esa mínima ventaja que podría marcar la diferencia en la próxima carrera.
— Sigues aquí tan tarde, Mendes.
Diana levantó la vista y se encontró con Ayrton Senna parado en la entrada del garaje. Llevaba su característico mono de carreras, el cabello desordenado después de quitarse el casco, y en su rostro se dibujaba una media sonrisa que la irritaba tanto como la intrigaba.
— Trabajo duro, Senna. — respondió Diana sin mirarlo directamente, volviendo a concentrarse en su pantalla. — Alguien tiene que asegurarse de que tú no te lleves todas las victorias.
Ayrton soltó una risa breve y se acercó. — ¿Es eso lo que crees? ¿Qué todo se trata de la victoria?
— ¿No es así? — replicó ella, finalmente levantando la mirada. — Para ti, parece que sí. Ganar a cualquier costo, eso es lo que dicen.
— Dicen muchas cosas. — dijo Ayrton, su tono más suave. Se apoyó en el borde de la mesa y la miró fijamente. — Pero lo que tú piensas es lo que me importa.
Diana sintió un ligero estremecimiento ante esas palabras, pero se obligó a mantener la compostura. — No sé qué esperas que diga, Senna. Eres un excelente piloto, uno de los mejores, pero eso no significa que tengamos que llevarnos bien.
— Lo sé. — admitió él. — Hemos tenido nuestras diferencias, pero tal vez eso es lo que hace que trabajar contigo sea tan... interesante.
— Interesante.— repitió Diana, arqueando una ceja. — Eso es todo lo que soy para ti? Una pieza interesante en este juego?
— No es un juego, Mendes. — Ayrton se inclinó un poco más cerca, su voz baja y seria. — He aprendido a respetar lo que haces, tu dedicación, tu habilidad. Y más que eso, he empezado a respetarte a ti.
Diana sintió su corazón acelerarse, pero no estaba segura de si era por la cercanía de Ayrton o por sus palabras. Había pasado tanto tiempo viéndolo como un adversario que la idea de algo más, algo diferente, la desconcertaba.
— Senna. — comenzó a decir, pero él levantó una mano, deteniéndola.
— No me respondas ahora. — dijo con una sonrisa más suave. — Solo quería que lo supieras. Tal vez no somos tan diferentes como pensábamos.
Ayrton se apartó de la mesa y comenzó a alejarse. Diana lo observó irse, sus emociones en conflicto. Pero antes de que desapareciera de su vista, lo llamó.
— Senna.
Él se detuvo y giró ligeramente, esperando.
— Tal vez... — Diana vaciló, buscando las palabras correctas. — Tal vez deberíamos intentarlo. Ver si podemos... llevarnos bien.
Una sonrisa auténtica apareció en el rostro de Ayrton, una que hizo que el corazón de Diana latiera aún más rápido.
— Me parece una excelente idea, Mendes. — respondió él, y con una última mirada, se fue.
Diana se quedó allí, su mente llena de posibilidades. Quizás, después de todo, no sería tan malo intentar algo nuevo.
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One Shots - Ayrton Senna © ✔
AléatoireNo busco ofender, ni nada por el estilo, solo busco mantenerlo vivo a través de la lectura. ONE SHOTS DE AYRTON SENNA