TRES

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A la mañana siguiente me desperté temprano y salí a correr. Solía hacerlo sola pero está vez decidí correr junto a Alma.

Cuando iba a salir me llegó un correo de el concurso.

De: lanuevavoz@gmail.com
Para: miaa.blanco@gmail.com

Enhorabuena a todos por entrar en el concurso.

Les comunicamos que mañana empiezan los ensayos y aquí les pasamos la lista de canciones, en esta primera fase cantarán por parejas.

Suerte a todos.

Only you - Mía Blanco y Violeta García.

El patio - Feliz De La Cruz y Mario Hernández.

Someone Like You- Fame Flores y Amara Rodrigez.

Miedo - Berta Lopez y Devin Bell.

Peces De Ciudad - Alisson Martinez y Kenzo Rojo.

Debeis estar a las 9:00 en plato.

Me había tocado con una tal Violeta García, espero que sea maja.

Conocía la canción que nos había tocado y la había interpretado varias veces al piano.

Mire la hora y me di cuenta que llegaba tarde.

Baje corriendo hasta donde habíamos quedado y como ya suponía Alma está ahí esperándome.

–Llegas un poco tarde, ¿que ha pasado?

– Si perdoname, me han enviado un correo antes de salir sobre el concurso y se me ha dicho el tiempo.

– No te preocupes, vamos corriendo mientras me cuentas sobre el correo y lo que te ha pasado con Sicily y Delia. Me ha dicho Roi que lo contarás.

Maldito Roi, lo último que necesitaba ahora es que más gente se preocupara por mí.

Empezamos a correr, mientras le iba contando todo, desde el concurso hasta mi mal entendido con ellas.

– Que cabronas– me dijo Alma al terminar de contarle lo ocurrido– yo te recomiendo que las dejes de hablar, no te viene bien rodearte de gente así. ¿Vamos a la playa?

Una de las mejores cosas que tenía Menorca era la playa así que no iba a decir que no.

– Mierda, vámonos.

– Porque Mía, ¿que pasa?

– Están aquí Delia y Sicily.

Alma río.

– Y que pasa.

– No las quiero ver – dije poniendome detrás de ella.

– Mía, no te van a hacer nada y si tienen los ovarios de hacerlo yo te protejo.

Me reí, con Alma era todo más fácil.

Mierda.

Me habían escuchado reírme y ahora venían hacia aquí.

– Porque coño te ríes – dijo Delia.

– Eso – la apoyo Sicily.

Mire a Alma duditativa y hablé.

– Eso no os importa.

Dije con una sorprendente voz segura.

– Claro que nos importa, porque seguro que te estás riendo de nosotras no sabes hacer otra cosa en la vida.

– Pero que no he dicho nada de vosotras.

– Seguro que si, gilipollas.

Alma que estaba detrás mía se abrió paso.

– ¿Que has dicho? – dijo retandola.

– Que tú amiga es una gilipollas.

Alma se cruzó de brazos.

– Mira, bonita, para gilipollas ya estás tu. Vámonos, Mía.

– Yo no sé porque la defiendes tanto si es una puta.

Alma se giro de golpe.

– A tomar por culo.

Justo después la metió un puñetazo. Delia intentó devolvérselo pero Alma cogió su mano en el aire.

–  ¿Vas a pegarme a mí? – dijo Alma enarcando una ceja.

Esa frase hizo que Delia enfadará y consiguiera encajar un puñetazo a Alma, ella se lo devolvió al segundo.

Vi que la pelea se estaba descontrolando y las intenté separar.

– Chicas, parar, parar porfavor.

Y asi es como Alma y Delia acabaron en la cárcel.

Sólo tenían que estar una noche ya que las heridas no eran graves.

– Díselo a Roi – me había dicho Alma antes de irse al coche policía.

Me dejaba a mi todo el marrón.

Decidí ir a su casa, se lo iba a poder decir mejor.

Toque a la puerta y espere a que me abriera.

– Mía, ¿que haces aquí?

– Te tengo que contar una cosa, ¿puedo pasar?

El se aparto del marco de la puerta.

–¿Quieres algo?

– Un vaso de agua está bien.

El se fue a por mí vaso de agua, mientras yo pensaba como decirle que su novia estaba en la cárcel.

Roi llegó y me dejó el vaso sobre la mesa mientras me miraba espectante.

–¿Me vas a decir ya lo que pasa?

– Alma está en la cárcel.

Roi que estaba bebiendo agua se atragantó.

–¿Pero que ha pasado?

Cogí aire antes de hablar.

– Estábamos corriendo por el parque cuando nos encontramos a Delia y Sicily, ellas me insultaron, más bien Delia, y Alma se puso a pegarla. Las intenté separar pero no me hacían caso de repente vi como llegaba la policía y se las llevaba.

Roi se levantó del sofá decidido a salir de casa.

–¿ A donde vas?

–¿A donde crees? A buscar a mi novia.

– Roi, ella solo va a estar una noche, asique la condición que ha puesto la policía es que no la podemos ver.

El dejo las llaves en la encimera de golpe.

–Mierda – murmuró.

– Era eso o que estuviera un mes, ¿que prefieres?

El suspiro y me dio un abrazo.

– Tienes razón, lo siento si me he alterado un poco.

– No te preocupes, una cosa mas hay que pagar 500€.

– Como si tengo que pagar mil con tal de que ella salga.

AAAAA.ME DERRITO.

Le sonreí y el pensó lo mismo que yo.

– Callate, ¿Vale? Por cierto... Hace días que llevo pensando una cosa.

Ahora era mi turno de mirarle espectante.

– Le quiero pedir matrimonio a Alma.

ME VUELVO A DERRETIR.

– ¡Enserio!

– Si, por eso necesito tu ayuda, ayúdame a elegir el anillo porfavor.

Le sonreí, como no le iba a ayudar.

– Como no te voy a ayudar.

Y nos fuimos a mirar anillos.

Las Cosas No Salen Como QueríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora