CATORCE

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Me levanté muy pronto para ir a correr, necesitaba despejarme la mente, ayer fue un día muy intenso.

Después llegue a casa y me puse un top azul marino con unos pantalones negros y unas converse blancas.

Fui lo mas rápido que pude, llegaba tarde.

Al final llegue incluso de sobra justo antes de entrar me encontré a Félix.

Acelere el paso, no quería hablar con el y menos con lo que paso ayer.

– Mía– me dijo.

Como siempre yo le ignore.

– Mía, te quería pedir perdón, no estuvo bien lo que hice.

Vale, este chico es una caja de sorpresas.

– Félix, te perdono pero no me gusto que hicieras eso– le conteste alejándome.

El no insistió y entramos para a dentro pero separados.

Lea hizo los grupos y a mi me toco con Mario y Berta, la verdad es que hoy no hicimos mucho.

Nos toco con Clara que me dijo que vendría bien que para esta gala me aprendiera las partituras si necesidad casi de mirar el piano, ya que es una canción intensa y molaría que mirara mucho a las cámaras.

Me pareció bien, pero iba a ser una semana intensa.

A la salida me cruce con Félix pero este solo me sonrió, parecía que hoy estaba bien, ojala estuviera así siempre al menos seria soportable.

Cuando salimos Fame, Violeta, Berta y yo decidimos ir a tomar café.

– Mira tu amorcito de canela– me dijo Violeta cuando entramos a la cafetería.

Me gire hacia donde señalo Violeta y estaba Félix.

– Muy graciosa– la conteste mirándola mal.

Nos sentamos en una de las mesas del fondo y hablamos de todo.

– Y a ti que te pasa con Félix– me pregunto Berta.

Le conté todo lo que habíamos vivido, con cierta tristeza.

– Pues vaya– concluyo Berta cuando se lo termine de contar.

Estuvimos un rato mas y ya me fui a casa agotada, pero me puse a practicar.

Después de un buen rato decidí por ver una película, La chica salvaje una película de suspense.

Cuando llevaba media hora de película, recibí una llamada de Violeta, quería que la ayudara a practicar su canción a lo que por supuesto dije que si.

A los diez minutos me presente en su casa y empezamos a practicar, a ella le había tocado Mía.

– La verdad es que ojala me hubiese tocado a mi esa canción, me encanta, de hecho estuve a punto de hacerla para el casting– la confesé.

– ¿Y qué hiciste entonces?– me pregunto.

Y yo empece a tocar The climb, mi canción del casting.

Al cabo de unos minutos ella se unió a mi y juntas la cantamos.

– ¿Y tu cual hiciste?

– What a feeling de One Direction

– Me encanta esa canción

Ella me pregunto si quería que la tocáramos juntas y eso hicimos de echo me anime y deje que Violeta la subiera a su instagram.

A los pocos minutos recibí un montón de mensajes de gente diciéndome que cantaba genial y gane un montón de seguidores estaba impactada.

Me fui a casa pero en la entrada había un montón de gente pidiéndome autógrafos.

Pasada media hora por fin pude entrar a mi casa y seguir viendo mi película tranquila.











Las Cosas No Salen Como QueríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora