VEINTIOCHO

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Cuando nos despertamos solo quedaban treinta minutos para desayunar, lo suficiente para recoger la habitación y ducharse, como íbamos a pasar todo el día en la playa me puse un bikini azul y por encima un pareo blanco y unas chanclas.

Cuando llegamos nos alojamos en el hotel que esta vez (a mi pesar) me había tocado con Fame y Violeta.

Dejamos todas las cosas y cogimos las de playa, después bajamos a desayunar.

Violeta y Fame tardaban mucho en recoger así que me baje yo sola, justo cuando salí me encontré a Félix en la puerta y la verdad es que me asusto un poco.

– Vamos a desayunar, señorita Blanco– me dijo colocando el brazo para que me agarrara a el.

– Me parece bien– comenté entre risas.

Bajamos a las escaleras y llegamos a un gran bufete que tenia el hotel, y fuimos cogiendo cosas.

Nos sentamos en una mesa y empezamos a desayunar, el se había cogido un cruasán y un poco de sandía, mientras que yo elegí una macedonia de fruta y un café.

El se había sentado enfrente y me pareció muy bonito así que hice una foto de los desayunos y en el fondo aparecía Félix, la subí en la historia y puse la ubicación, bueno no como tal puse Ibiza y Akureyri de fondo. Estaba súper contenta por que cada vez utilizaba mas las redes sociales.

Estábamos desayunando y Félix no paraba de mirar el móvil, ya me estaba preocupando.

– Félix, ¿que pasa?– le pregunte.

– Nada, es que mi hermana aun no me ha escrito– me contesto pasándose la mano por el pelo.

– No te preocupes, seguramente ayer se quedaran hasta tarde viendo películas y se levantara tarde. Ademas ahora no pienses en esto, ¡ estamos en Ibiza! Tenemos que disfrutar este día, ¿vale?

– Vale– sonrió–, luego te apetece que nos escapemos de estos y vayamos a un sitio muy bonito que conozco por aquí.

– Genial– me acerque y le di un beso.

Al fin llegaron los demás con sus despectivos desayunos así que cuando terminaron de desayunar nos fuimos a la playa, por suerte era un día tranquilizo y nos pudimos bañar.

Nos lo estábamos pasando genial, bañándonos, tomando el sol, hicimos un montón de fotos vamos que lo pasamos genial.

Me salí del agua y vi a Félix muy preocupado.

– ¿Que pasa, amor?– le pregunte

– Lara se ha caído, estaba con Alma y Roi y se ha caído– contesto alterado.

–Pero que ha pasado.

– Que Alma y Roi no estaban pendientes de ella, eso ha pasado.

Se levanto y coloco la toalla.

– Eh, Félix, no digas eso, Lara es bastante mayor para cuidar de ella misma, además que no me has dicho lo que ha pasado– conteste firme.

– Pues estaba con la bicicleta y se ha caído. ¿Por que? Porque Roi no estaba atenta a ella.

El empezó a caminar alterado.

– ¡Félix deja de decir eso! ¿Se ha hecho algo?– pregunte mientras le perseguía.

– No se ha hecho a penas nada, pero porque se ha parado.

– Pues entonces no te preocupes.

– Es que le encargo una cosa a Roi, una sola cosa Mía, y no la cumple.

Las Cosas No Salen Como QueríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora