Draco Malfoy y la Magia de los Retratos [Harco] [Editando]

Capítulo 15.1: ¡No hablo Pársel!

—Estas últimas semanas has estado muy distraído, Cariño—comenta Pansy sirviendome un pedazo de tarta de manzana. 

—Estas actuando extraño desde que te disculpaste con Potter—Blaise me sirve un vaso de jugo mientras me dirige una mirada preocupada. 

—No se preocupen chicos, solo estoy pensando en los resultados del primer parcial—la mirada que me dirigen mis amigos me deja mas  que claro que no me creen. 

Nos encontramos desayunando en el Gran Comedor, desde que me encontré con el retrato de la serpiente en los pasillos, no había podido sacarme de la cabeza que sabía hablar parsel. Hasta hace unos días que fui al Bosque Prohibido por una idea que se me ocurrió, y el resultado fue fatal. 

Flashback 

Era una tarde soleada y me dirigía a las orillas del Bosque Prohibido para encontrar a una serpiente, después de una hora de búsqueda, comprendi que debia ingresar más al centro del bosque. 

Con un poco de temor, recordando primer año cuando me encontré con esa cosa que chupaba la sangre de los unicornios, doy un paso vacilante. Cuando iba a desaparecer entre los frondosos árboles escucho que gritan mi nombre. 

—¡Draco!—me doy la vuelta para encontrarme con un Harry respirando con dificultad—¿A dónde vas?—pregunta después de calmarse un poco.

No puedo procesar que me haya llamado por mi nombre. Es la primera vez en ambas vida. 

—Me llamaste por mi nombre—lo miró sorprendido. 

—S-Si ¿no te gusta?—pregunta nervioso. 

—N-No es eso. Simplemente es extraño escucharte llamarme por mi nombre—respondo con vacilación. 

—Acostumbrate, a partir de hoy te llamare asi—alegremente se une a mi lado mirando hacia los árboles—¿A donde vas, Draco?

—Estoy buscando a una serpiente, Harry—habló lo más tranquilamente que puedo. 

—Oh, es algo inesperado—me mira para luego sonreír de una manera tan dulce, que provoca que mi corazón se derrita—¿Te acompaño?

Frunzo un poco el ceño,  algo me dice que es más una orden que una petición. Pero ignoro rápidamente ese sentimiento al ver la sonrisa de Harry. 

—Si, vamos—puede que sea buena idea llevar un hablante de pársel conmigo. 

Nos adentramos al bosque en busca de una serpiente. Llevamos más de 20 minutos caminando, y no puedo creer que no hayamos encontrada una, es decir, ¡Es un maldito bosque! Donde deben de haber muchas de ellas. 

Suelto un resoplido de fastidio, mientras mis zapatos de piel de dragón pisan un charco de lodo. Odio la suciedad. Odio este maldito bosque. Odio haber tenido esta estúpida idea. 

—No te vez feliz—comenta Harry al ver mi expresión.

—No me digas—respondo sarcásticamente, mientras desenredo mi capa de terciopelo de un arbusto espinoso. 

Harry empieza a reír. Le dirijo una mirada venenosa. 

—Harry Potter hablas pársel ¿no?—pregunto ignorando el hecho de que su risa es el sonido más encantador que he escuchado en mi corta vida. 

El pelinegro deja de reír para mirarme con sospecha, a lo cual yo solo sonrió inocentemente. 

—Si—duda. 

—¿Puedo pedirte un favor?—pongo mis mejores ojos de cachorro. Pansy y Blaise me han dicho que es mi arma más letal, y les creo. Porque soy lindo.