27 de mayo de 1995
—¡Ahhhhhhh! ¡Draco! ¿Qué le pasó a tu cuello? —grita Pansy, deteniéndose en seco en medio del pasillo.
El cuello de mi túnica se había deslizado apenas, revelando las marcas en mi piel. Sentí el calor subir a mis mejillas mientras tiraba rápidamente del borde de mi túnica para cubrir los chupetones, intentando mantener la compostura, aunque sabía que ya era tarde.
—Nada —murmuró, apresurando el paso hacia el Gran Comedor, deseando que el suelo me tragara.
—Ese "nada" tiene nombre y apellido —interviene Blaise con su habitual tono burlón—Harry Potter, ¿no?
Aprieto los labios, negándome a morder el anzuelo de su burla. El desayuno estaba por terminar, y habíamos perdido la noción del tiempo mientras charlábamos en la sala común.
—Cállate —susurro, sin detenerme, mi rostro ardiendo de vergüenza.
De repente, Pansy adoptó un tono inesperadamente serio, que nos obligó a Blaise y a mí a mirarla con extrañeza. Su cambio de actitud era tan evidente que me puso nervioso.
—Draco —comenzó, con una intensidad que me hizo querer desaparecer—, tú y Harry... —juntó los dedos índices de ambas manos en un gesto que no dejaba lugar a dudas—¿Ya lo hicieron?
Sentí que el calor de mi rostro se multiplicaba hasta el punto de que debía parecer una antorcha humana. Si eso fuera posible, habría deseado evaporarme allí mismo.
—¿Ya no eres virgen? —exclama Blaise, escaneándome con la mirada de arriba a abajo, como si pudiera deducir algo a simple vista—Porque, si es así, tenemos que hablar.
—¿Y no me lo contaste? —chilla Pansy, evidentemente indignada—¡Yo debería ser la primera en saber estas cosas, Draco Malfoy!
Mis ojos se entrecerraron con frustración. El pasillo estaba vacío, pero sus voces resonaban con tanta claridad que cualquiera podría haber escuchado esa conversación íntima. Me giré hacia ellos, sintiendo una mezcla de enojo y vergüenza.
—¡Cállense! —gruño—Dejen de decir esas tonterías en medio del pasillo. Cualquiera podría oírnos. Y, para que lo sepan, sigo siendo virgen. Y lo seguiré siendo... por muchos años más.
Me giré con furia, esperando dejar atrás la conversación, pero al levantar la mirada, me topé con un par de ojos verdes llenos de diversión. Harry Potter estaba a pocos pasos de mí, sonriendo con esa mezcla de encanto y picardía que me ponía nervioso.
—¿Por muchos años más? —pregunta Harry suavemente, inclinándose hacia mí con una sonrisa descarada. Su tono era bajo, pero lo suficientemente claro como para que lo escuchara.
Mi corazón se disparó y, por primera vez en mucho tiempo, no supe qué hacer ni qué decir. El simple hecho de imaginarme a Harry y a mí en esa situación me hizo desear desaparecer.
—¿Qué...? —balbuceó, sintiendo que mi vergüenza no conocía límites. Quería estar en cualquier otro lugar menos aquí, frente a Harry y con mis amigos riéndose a mis espaldas.
Escuché las risas contenidas de Pansy y Blaise detrás de mí, y eso sólo aumentó mi incomodidad.
—Precioso —susurra Harry, acercándose lo suficiente como para que su aliento rozara mi oído—Tal vez yo no pueda esperar tantos años...
Me sonrojé tanto que sentí que mi piel quemaba, mientras Harry se alejaba con esa sonrisa traviesa aún en sus labios. Sus palabras flotaron en mi mente, y mi imaginación no me ayudaba mucho.
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Draco Malfoy y la Magia de los Retratos [Harco] [Editando]
FanficDespués de la guerra mágica, Draco Malfoy se encuentra desconsolado por la boda de Harry Potter con Ginny Weasley, bebiendo sin control en un sucio sótano. Pero todo cambia cuando se encuentra con un retrato de su antepasado que fue exiliado por la...