Capítulo 13: Parte 1

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Aparecí en una oficina llena de esculturas doradas de diferentes formas y tamaños, con un escritorio pequeño que nunca ocuparía un mago, lleno de papeles, y un extraño mapa del país extendido a un lado. No hay ningún cuadro mágico colgado, pero si hay una gran bóveda con incrustaciones de oro, justo detrás del escritorio.

Mi mirada se dirige al duende que se encuentra a lado de nosotros, esperándonos a lado de la chimenea. Es peculiar, tiene una larga nariz y orejas puntiagudas, está vistiendo de forma elegante con un traje negro hecho a la medida, y su mirada llena de orgullo.

-Bienvenido, Profesor Snape- saluda el duende, mirándolo con malhumor.

-Gracias, por hacerme este favor Warwick- dice mi padrino con una mirada molesta. El duende llamado Warwick solo ríe con desprecio.

-Espero que no rompas tu promesa, como todos los magos.

-Eso no pasará, ya te proporcione la mitad de la cantidad que acordamos. Debo recordarte que pague mucho más de lo que cuesta una prueba de sangre.

-Después de todo la privacidad tiene un precio-sonríe con arrogancia.

-Muy alto si me preguntas-dice mi padrino molesto.

Miro del duende a mi padrino con curiosidad. ¿Qué le dio Snape a Warwick? No puede ser dinero, porque apenas vive al día con su miserable sueldo de profesor. ¿Pociones? Posiblemente. Sin embargo, ¿Que poción necesitaría un duende en gran cantidad?

-Señor Malfoy, supongo-dice mirándome de pies a cabeza. Sus ojos desprenden un destello de sorpresa al verme a los ojos-Imposible-susurra en voz baja.

-Un placer conocerlo, señor Warwick-me inclino un poco, ya que es la cortesía básica de un mago . Y ser respetuoso puede causar que cree un contacto importante en Gringotts.

-Parece que fue bien educado Señor Malfoy-dice el duende un poco halagado por el saludo, pero algo en sus ojos me pone inquieto- Bueno profesor Snape, creo que es momento de irte. Puedes esperar fuera de la oficina, mi secretario le servirá una taza de té.

-Planeaba acompañar a mi ahijado-dice mi padrino mirándolo con más molestia, si eso fuera posible.

-Imposible. Una prueba de sangre solo puede ser conocida por el duende que la realiza y el receptor-la voz de Warwick es exigente.

Mi padrino lo mira con fastidio, mientras se da la vuelta para irse, antes de salir me aprieta el hombro, y me susurra al oído.

-Comportarte Draco, él es el dueño de Gringotts.

Después de que mi padrino se fuera nos quedamos en absoluto silencio, mientras que Warwick solo me miraba

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Después de que mi padrino se fuera nos quedamos en absoluto silencio, mientras que Warwick solo me miraba. Luego de lo que considere una eternidad el duende se dirige a su escritorio, y se sienta de forma cómoda en la silla, pero volviéndome a mirar.

-Siéntese, señor Malfoy-ordena señalando la silla frente a él, tomó asiento siempre bajo la mirada de la criatura.

-Gracias-respondo, mirándolo fijamente-Puede dejar de verme como un pervertido-pido.

Draco Malfoy y la Magia de los Retratos [Harco] [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora