Caminó rápidamente hacia la sala común de Slytherin.
Tengo hambre, pienso.
Mi padrino no tuvo la gentileza de invitarme a cenar después de que nos pasamos todo la tarde buscando ingredientes para pociones en el Callejón Diagon, antes de dar la vuelta en un pasillo que me lleva a mi sala común, una mano sujeta mi codo, jalandome dentro de un armario de escobas y cerrando la puerta de un fuerte golpe.
Saco rápidamente mi varita apuntando al cuello de mi secuestrador. El armario está a oscuras, trato de distinguir al mago, pero es imposible.
—Baja la varita, Malfoy. A menos que quieras que te castiguen por hechizarme —dice una voz muy conocida.
-Maldición Potter, me diste un susto de muerte—gritó tratando de calmar mi corazón asustadizo.
Lanzó un Lumos al techo, para que funcione como una pequeña lámpara flotante. Me adapto a la luz solo para notar el rostro de Harry a pocos centímetros de mi, y que aún no ha soltado mi codo.
—Suéltame, por favor—susurro un poco sonrojado.
Recordando que lo escogí como mi destinado y que mi destino es morir solo, jalo mi brazo con fuerza, soltandome de su agarre. Me dirijo a la puerta para irme, pero Harry se coloca en frente de ella impidiendo que me vaya.
—¿Es esto un secuestro? —pregunto cruzando mis brazos sobre mi pecho, y alzando una ceja.
—Si—responde imitando mi posición. Me rio de incredulidad por la respuesta tan descarada que me dio.
—Eres increíble—digo con sarcasmo, pasándome la mano por mi cabello con frustración.
—¿Dónde estabas? — pregunta con curiosidad, mientras camina un paso hacia mi.
—No veo porque te importaría—contestó fríamente dando un paso hacia atrás.
—Me importa porque te he estado buscando todo el día, Malfoy—al decir esas palabras el pelinegro de ojos verdes camina dos pasos hacia mí.
—¿Qué necesitas? —pregunto alejándome dos pasos más hacia atrás.
—Solicitud—dice Harry caminando un paso hacia mí.
—¿Qué? —doy un paso hacia atrás, solo para darme cuenta que mi espalda chocó con la pared del pequeño armario.
—Debes cumplir una solicitud mía, Malfoy—exige el pelinegro, acercándose aún más a mí y colocando sus manos a ambos lados de mi cabeza, dejándome atrapado entre la pared y su cuerpo, sin la posibilidad de escapar. Alzó un poco la cabeza para verlo a los ojos, ya que Harry es un poco más alto.
—¿Cuál es la solicitud? —pregunto mirándolo fijamente. Está demasiado cerca.
—Quiero que seamos amigos—pide tranquilamente.
—Esta bien, no es difícil—respondo feliz por algo tan fácil, por un momento se me olvido que es un Gryffindor, son tan tontos en ocasiones.
Harry frunce levemente el ceño, como si recordando algo que no le gusta.
—Debes saludarme cuando nos encontremos
—Esta bien.
—Debes mirarme siempre a los ojos.
—Esas son demasiadas solicitudes—exclamó indignado.
—¿Las cumpliras o no?—dice acercando aún más su rostro, como si eso fuera posible.
—Lo pensaré—apartó la mirada de esos ojos esmeraldas que tanto me gustan, o podría cometer una locura, de la cual me arrepentiré.
—Mirame—susurra.
Con una mano sujeta mi barbilla, volteando mi cara con suavidad para que lo mirara. Coloco mi mano sobre la de él, para que me suelte.
—Qué hábitos tan irrespetuosos tienes—me quejo con fastidio, mientras mi corazón late con fuerza, y mi rostro arde.
Su mirada se dirigen a mi pequeña mano que coloque sobre la suya, y sus ojos se llenan de preocupación al notar la venda ensangrentada que cubre mi mano.
—Maldición, Malfoy. ¿Qué te pasó?—pregunta rápidamente, mientras sostiene mi mano herida con suavidad entre las suyas.
Por Merlín, no me di cuenta que utilice mi mano herida. Me quedo en silencio solo observando como quita la venda ensangrentada, hasta ver mi herida.
—Merlin, es muy profunda—susurra sin apartar los ojos de mi herida. Y yo sin apartar los ojos de el.
—Vamos con Madame Pomfrey—ordena Harry, mientras coloca otra vez la venda suavemente.
Sin decir una palabra, dejo que sujete mi mano sana para llevarme a la salida del armario, y que me guie a la enfermería.
Mi corazón esta cálido.
Se siente tan bien, ser cuidado por la persona que amas.
—Te lo dije George—grita Fred con emoción a su gemelo al ver cómo su pequeño hermanito Harry salió del armario de escobas agarrado de la mano con el niño Malfoy.
—No lo puedo creer—responde George con ojos llenos de incredulidad por la escena que presenció.
—Sabía que Harry tenía sentimientos por el rubio vanidoso, pero pense que tardaria mucho en darse cuenta—dice mientras abraza a su hermano por los hombros, y extiende la mano—Pagame.
—Te odio, creí que por fin podría ganarte en esta apuesta.
—Sigue soñando. Ahora debemos darle eso a nuestro Harry, lo necesitará para verse a escondidas con su noviecito.
—Tienes razón.
Sin más los gemelos Weasley se alejan caminando lado a lado en dirección opuesta en la que se fueron Harry y Draco.
)
Es un capítulo especial por el cumpleaños de Draco que es hoy.
Me cuesta un poco escribir escenas de Harry y Draco, pero espero las disfruten.
<¿Qué edad consideran es aceptable para hacer escenitas subidas de tono? >
Les recuerdo que tienen 13 años. 🤔😳
PD. Los chicos no pueden tener escenas románticas sin chismosos alrededor. 😔
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Draco Malfoy y la Magia de los Retratos [Harco] [Editando]
FanfictionDespués de la guerra mágica, Draco Malfoy se encuentra desconsolado por la boda de Harry Potter con Ginny Weasley, bebiendo sin control en un sucio sótano. Pero todo cambia cuando se encuentra con un retrato de su antepasado que fue exiliado por la...