Capítulo 1

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"Las huellas que dejamos los humanos son, muy a menudo, cicatrices"

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Dicen que la vida está llena de momentos, tanto buenos como malos, que somos nosotros quienes elegimos esos momentos para guardarlos en nuestros recuerdos. Involuntariamente, solemos elegir siempre los malos.
Supongo que eso se debe al hecho de que en el fondo todos somos masoquistas de corazón.

Amamos ir por la vida con cicatrices marcadas en nuestro corazón.

— Mama quiere acabar con la vida de Minho, el pendejo salió a correr con lluvia y enfermo— hizo una pequeña mueca— Le tuve que pedir la tarea a Park por él.

— ¿Quién es Parker?— murmuré tomando asiento.

—Dije Park, no Parker — suspiró — Vamos Jeon, llevas cursando desde quinto de secundaria con él. Y este es tú último año pendejo.

— Sabes que no me interesó en las personas, apenas sé tú nombre y el de Yug.

Taehyung suspiró como siempre, sabía que se encontraba molesto pero decidí ignorarlo y seguir concentrado en mí tarea. Debía terminar esto si o si para poder entregarlo en el segundo tiempo, si bajaba mis notas en esta asignatura me vería perjudicado sin poder ir al campeonato de natación.

— Como sea, tienes dos clases con él, arte y música.

— Ya veo— asentí sin mucho interés.

— Genial, entonces regresale sus cuadernos por mí — sonrió dejando estos sobre mí tarea.

— ¡Oye!

— Ya me voy— dijo mientras se ponía de pié.

— Lo odio — murmuré observando los cuadernos frente a mí sobre la mesa.

Todo en la vida requería de ciertos sacrificios. Uno de ellos es tener que enfrentar a Park Jimin.
Porque si, sabía perfectamente quién era él, lo conocía a la perfección.

Más que cualquier otra persona.

— Maldita sea— bufé cuando el timbre sonó.

Mí clase de música había llegado. Guardando mis cosas me puse de pie y tomé mis libros incluido esos cuadernos.

— Veo que estás a mil — sonrió Seokjin Hyung.

Él era el encargado de la biblioteca de la escuela, era apuesto, alto y portaba una belleza que atraía mucho a las chicas. La mayoría iban solo a verlo. A simple vista era el tipo perfecto, hasta que oías sus chistes de abuelo. Ahí es donde el amor acababa para la mayoría de chicas que iban allí solo por él.

— Tengo que ponerme al día, mis padres dijeron que necesitaba subir mis notas y este el segundo semestre — suspiré.

— Ya veo, ¿pensaste ya en la universidad?

— Primero déjame ver si me graduó Hyung, aunque me ofrecieron dos becas deportivas, aún no me decido.

— Pero tienes una base y eso es importante — se encogió de hombros — Suerte— sonrió una vez registro los libros.

Solo asentí con mí cabeza y tomé mis cosas nuevamente para ir camino al salón de clases.
Tratar con Park Jimin era complicado, todos lo sabían, nadie se metía con él, el tipo era extraño según la mayoría.

— Aquí estás rubio — sonrió al verlo.

— Eso es obvio, tomó esta clase — murmuró Jimin manteniendo su atención en su libró.

Hurt me, Heal me Donde viven las historias. Descúbrelo ahora