Capítulo 17

1.1K 162 16
                                        

"Aquí estaba yo, pensando que la magia no existía... Y ahora eso es todo lo que veo cuando miro tus ojos."
.

.

Ese día, finalmente logré salvarme del entrenamiento, aprovechando eso corrí por los pasillos saliendo de la institución llegando a mi bici. Hace días que no nos veíamos como de costumbre y honestamente eso estaba matándome, por esa misma razón, pedalee rápidamente con dirección a su trabajo. Pero al llegar Yoongi Hyung se encontraba allí cerrando el local.

— Hyung — sonreí.

— Tarde mocoso, Park acaba de irse — hizo una mueca una vez cerró para luego voltear a verme — Si te apresuras, puedes alcanzarlo — me sonrió.

— Genial, gracias Hyung — me despedí de él.

En efecto, Jimin iba solo unos metros por delante. Con una pequeña sonrisa me apresure hasta atravesarme en su caminó tomándolo por sorpresa.

— Maldición Jungkook — me miró con su ceño fruncido — Me asustaste.

— Lo lamento, se me hizo tardé — me disculpé — ¿Te llevo?

— No gracias — negó de inmediato pasando a un lado de mi.

— ¡Oye! — lo alcance bajando de la bici y cambiando a su lado.

— Eres bruto para conducir, no quiero morir —negó y yo reí.

— Ya veo — asentí y me detuve en seco.

Él siguió caminando pero al no verme a su lado, se detuvo y giró sobre sus pies para voltear a verme con su ceño fruncido.

— ¿Qué haces?— sonrió.

Me había pasado al portabultos de mi bicicleta y lo quedé viendo con una pequeña sonrisa en mis labios.

— Entonces conduce tú señor responsable.

Él rió y negó con su cabeza, pero aún así se acercó a mí y me dió su bolso antes de subir. El viaje fue seguro a manos de Jimin, pero eso no evitó que lo molestará.

— Si competimos con una tortuga, seguro nos gana, Park.

— Cállate.

— Mira eso, una abuelita nos acaba de pasar — señale.

— Voy a abandonarte a mitad de camino si sigues así — me amenazó.

Al llegar a casa, baje con cuidado y él también lo hizo.

— Gracias — sonrió.

— Gracias ni que nada, me debes una comida — sonreí dejando la bici en el césped mientras lo seguía a su casa.

— No tengo ganas de cocinar.

— Tampoco sirves para eso, por esa razón, pidamos una pizza — le guiñe el ojo y él se sonrojó.

Había notado eso, desde que nos encontramos sus mejillas estaban rojas al verme, no se cual sea la razón pero para ser honesto, amaba eso.

— Bien, pero avísale a tus padres que estarás aquí, ya deja de preocuparlos así — me regañó entrando a casa.

Rápidamente tomé mi bicicleta de nuevo y corrí a casa dejándole en el garage, luego entré y saludé a mamá quien se encontraba en la sala.

— ¿Y papá?

— Está tomando un baño

— Okay, yo estaré con Jimin, quizás me quede a dormir allí pediremos pizza — avisé con una pequeña sonrisa camino a la puerta cuando ella habló.

Hurt me, Heal me Donde viven las historias. Descúbrelo ahora