Hurt me, Heal me

Capítulo 18

"La luna sabe más de deseos, que las estrellas fugases"

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Cuando piensas que todo está bien siempre hay algo que busca sacarte de ese sueño. Algo que busca hacerte caer en la realidad, pero no esa que esperas, sino más bien esa que se parece más una pesadilla, un mal sueño del que no quieres despertar pero te es imposible evitarlo.
Justo así es como me sentí al verlo. Supongo que el hecho de que estuviera allí me hacía recordar que toda mí vida era solo un sueño y que debía despertar en cualquier momento.

Ese día, sus ojos me miraron de esa forma que tanto odio, con pena y tristeza, sintiendo tanta lástima por mí. Eso hizo que mí estómago se revolviera con asco.

Verlo, era darme cuenta de mí realidad, esa que constantemente evitaba por gusto para no sentirme tan patético en mí día a día.
Verlo era tratar de buscar algo, por más pequeño que fuera, para intentar perdonarlo y poder avanzar...

Aún así, era imposible, lo sabía y se que él también lo sabía, pero ambos lo ignorabamos.

Después de verlo, me sentí vacío, sin emociones, sin algo que me hiciera avanzar en mi vida.

Mientras pensaba en eso, Hoseok seguía sentado frente a mí esperando que le dijera algo de todo lo que en esos momentos pasaba por mi cabeza.

— ¿Qué sucede contigo hoy? — preguntó.

— No lo sé, me siento extraño — sonreí.

Hoseok Hyung rió y asintió con su cabeza.

— No es un buen día, supongo que puedo entenderte.

— ¿Qué te ocurrió? — pregunté curioso, estaba perdido en mi mismo que ni siquiera me percate de él.

— Si me cuentas, entonces te contaré también — sonrió.

Esa había sido una buena jugada.

—Supongo que es justo — asentí con mí cabeza — Vi a mí padre.

— ¿Y qué paso?

— No mucho, es algo complicado, apenas nos dirigimos la palabra. Él intenta ser un mejor padre, pero no es algo que le nazca de un día a otro. Más bien, es complicado de explicar.

— Ya veo, pero…

— Estoy cansado Hyung — susurré.

Él asintió y luego suspiró con una pequeña mueca.

— Yo solo me caí de la cama y también en la ducha — dijo finalmente a lo que reí — Tengo un moratón en mí rodilla, lamentó que mis problemas no sean tan graves como los tuyos — sonrió apenado.

— Tus “problemas” me sacan una sonrisa, con eso es mucho — suspiré.

Eso pareció levantar su humor.

— ¿Tienes planes para más tarde?— preguntó más emocionado.

— No, no mucho, Jungkook me invitó a ver una película juntos.

— Entonces, van en serio.

— Ese es el problema — susurré.

[...]

Al llegar a casa ese día, tenía planeado preparar algo rápido, y esperar hasta que Jungkook llegara a casa. Estaba con sus amigos por lo que tardaría, de todas formas, dijo que avisaría.

Pero mis planes se vieron interrumpidos por ella, de pie en la entrada de casa.

— ¿Qué haces aquí? — pregunté.