Detrás de ti || 𝓕𝓪𝓷𝓯𝓲𝓬

Judith.

Lo siguiente que vivimos fue caminar por una carretera dónde al fondo había una cabaña. Observamos cómo un hombre moreno y regordete salía con una bebé en brazos. Observé a Rick corriendo hacía ella, a toda velocidad; seguido de Carl. 

Me quedé quieta, sorprendida. En eso, sentí el brazo de Gleen en mi espalda, indicándome a avanzar. Ver a Rick llorando, y dando vueltas con la nena en sus brazos; me hizo sentirme tan viva. Hacía años qué no observaba a un bebé; y ella era hermosa. 

Miré cómo Carl sobaba la espalda de la nena; llorando. Me miró, sonriéndome. Con su mano me indicó que me acercará; y eso fue lo que hice, lentamente. Rick besó la cien de la nena, y ella cubrió su cara en su pecho, escondiéndose de todo el mundo. Era una bebé de meses; parecía tener apenas unos 6 meses, estaba demasiado pequeña. 

- ¿Ella es...? - Solté, con un nudo en la garganta. 

- Sí. - Soltó Carl, riendo emocionado. - Ella es Judith.

Me acerqué, tentando su espalda. Al sentir el contacto, me miro a través de esos cafés claros, y su cabello dorado algo crecido. Se sonrió, sin dientitos. 

- Hola. - Solté, con cariño y quedito. Ella soltó una risotada. - Eres hermosa. 

Al bebé se giró a mi completa, pidiéndome con sus brazos que la cargara. Miré a Rick, y el dudoso, asintió con la cabeza. La tomé, pasando una mano por debajo de su pañal, y recargándola en mi cintura. 

En ese momento cogió un mechón de mi cabello pelirrojo, introduciéndolo a su boca. 

- ¡Puaj! - Soltó Carl. 

- ¡Carl! - Grité. - ¡Quítaselo! 

El sonriendo, comenzó a hablarle quedito, cómo lo hice en un principio. Enseguida, se acercó Michonne, sonriéndole. Pequeña Judith; todos pensaban qué estabas muerta. 

Daryl fue el siguiente en acercarse. Paso su mano por el cabello de Judith, admirándola. Aproveché qué estábamos solos, ya que todos se habían reunido esperando a obtener un segundo plan. 

- Es hermosa, ¿no? - Miré el rostro de la nena. La acomodé en mis dos brazos, acostándola. Enseguida se quedó dormida. - Está agotada. 

Daryl asintió, pasándose de largo; charlando con Rick. Mirarla, me hacía sentir viva; me estaba enamorando de una vida recién nacida. 

- Hola. - Saludó Carl. Estaba dentro de la cabaña. Estaba vacía, sólo había cajas y más cajas. Me senté en una, meciendo a Judith, quería dejarla dormir. - Sí qué te enamoraste, ¿no? 

Sonreí, sin poder evitarlo. 

- Siempre desee con tener niños. - Bajé la vista, observé sus pestañas claras, su nariz pequeña, sus labios; incluso la piel de porcelana. - Es increíble ver a una bebé. 

- Ya vamos a partir. - Se acercó a mí, sentándose enseguida. - Te pasa algo más, ¿cierto?

Suspiré, con un nudo en mi estómago. 

- Daryl. - Me giré a mi derecha, para verlo. - No sé que le sucede. 

- ¿Daryl? - Carl se rió. - Daryl siempre ha sido así, ¿qué te preocupa? 

- No lo conoces, entonces. - Miré de nuevo a la nena, que comenzó a gimotear. Me levanté, caminando en vueltas por la cabaña, meciéndola. - Daryl es... alguien especial. 

- Mira. - Carl se levantó también. - Conozco a Daryl desde qué todo esto comenzó, tenía 11 años. Siempre ha sido testarudo, en contra de todos los del grupo, no es nada nuevo. Él se alejó de nosotros un tiempo, ¿sabías eso?