Apreté el gatillo, haciéndolo caer. Rick retrocedió enseguida, alzando la vista a la terraza, y viéndome ahí. El segundo guardián de Gareth trató de sacar su arma; pero le disparé antes de qué pudiera hacerlo.
Gareth alzó las manos, pidiendo piedad. Notaba desde arriba cómo temblaban sus piernas, y miraba directamente a Rick.
- ¡Rick! - Grité. Él puso una mano arriba de sus ojos tapando el sol, volteando a verme.
Me saqué el rifle de encima y se lo aventé. Vi como guardó su pistola y cogió el rifle en el aire. Corrí por toda la terraza, llegando finalmente a las escaleras. Cuándo finalmente tenté el suelo, la puerta hermética se abrió, y salió un hombre fornido y tatuado, tomándome de un brazo.
- ¿Á dónde crees que vas?
Traté de zafarme, pero me fue imposible. No se cómo, pero me encintó las manos rápidamente y me puso un saco en la cara, impidiéndome ver.
Duré así durante cinco minutos. Pude ver qué me hacían caminar dentro de un cuarto, y alcancé a ver qué había siluetas enfrente de mí. Caminé lento, precaviendo de no darme tropezones y lesionarme.
Luego sentí cómo golpeaba detrás mis rodillas, haciéndome caer. Puse mis rodillas en el suelo, sentí un golpe seco invadiendo. Cuándo me quitó el saco de la cabeza, finalmente vi un cuarto vacío. Delante de mí, estaba Gareth.
- Creíste qué podías salirte con la tuya, pequeña zorra.
Giré hacía la derecha, vi a Rick, Daryl, un pelirrojo y Gleen, en la otra esquina. Al verme, miré cómo sus ojos se hacían grandes; yo quise saludarlo, pero no era momento adecuado.
Todos traían mordaza, excepto yo. El imbécil que me secuestró había olvidado ponerme una. A mi lado izquierdo había un adolescente; titiritaba de miedo.
- Eres un enfermo. - Solté, enojada.
- ¿Sí? - Sonrió. Delante de nosotros, había un enorme cuenco horizontal de acero, era largo. Alcanzaba para todos.
- Sí. - Jamás había sido violenta; mi coraza estaba saliendo finalmente.
- Mira, zorra. - Se acercó a mí, sonriente. En su mano tenía un enorme machete. - ¿Sabes qué es esto? Sí.
Le dio la vuelta al cuenco, postrándose detrás del adolescente. Tomó su cabello y lo tiró hacía atrás. Lo hizo verle a los ojos una última vez; y pasó el machete destrozando su garganta. Lo dejo caer en el cuenco. Vi como la sangre comenzó a correr por el cuenco, cada vez más y más.
Luego, sujetó mi cabello y me alzó la cabeza hacía atrás. Escuché los gritos de Daryl tratando de decir algo con la mordaza.
- No te estreses, ¿sí? - Sonrió. - Sí no la carne será más dura de masticar.
Acercó el machete a mi boca, y Daryl gritaba cada vez más alto. Soltó mi cabeza, empujándome hacía delante. Se acercó a Daryl, quitándole la mordaza.
Me estaba dando la espalda, justamente en ese momento, me agaché, dirigiéndome a las manos de Rick. Mordí su amarre, jalándolo y liberándolo de la soga. El inmediatamente lo sintió, y comenzó a mover sus manos de manera rápida.
Gareth se acercó a Daryl, el cuál no podía articular palabra por pánico.
- Por favor. - Articuló, después de unos segundos. - No le hagas nada.
- Qué ternura. - Volvió a acomodar la mordaza. - Patético.
Cuándo Gareth volvió a cogerme del pelo nuevamente, Rick intervino, tratando de hablar.
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Detrás de ti || 𝓕𝓪𝓷𝓯𝓲𝓬
FanfictionRebecca Anderson, una niña de 10 años que quedó huérfana después de la muerte de su madre. Su padre se encargó de ella durante algunos años, hasta que pudo hacerse independiente, para conseguir su camino. En su trayecto, conoce al grupo de Rick Grim...