Detrás de ti || 𝓕𝓪𝓷𝓯𝓲𝓬

Obsesión con los Grimes.

Dos días estuvimos de estadía en el granero. Ahora mismo, estábamos todos en la puerta, mientras Maggie y Sasha con un hombre, el cuál estaba escoltando. 

- Rick. - Habló Maggie. Tenía cruzado un rifle en su espalda. - Este hombre es el qué nos dejó unas botellas de agua ayer. 

El día de ayer, casi nadie salió del granero. Una persona se percató del sonido de unos pasos. Cuándo todos nos quedamos callados, nos dimos cuenta que las pisadas correspondían a un humano. Esperamos unas cuántas horas, y en la entrada del granero había unas cuantas botellas de agua. 

- Mi nombre es Aarón. - Comenzó el hombre. Estaba usando una camiseta de cuadros, y encima una chamarra azul. - Vengo en nombre de Alexandria. 

Todos nos quedamos atónitos. 

- ¿Alexandria? - Preguntó Rick, dudoso. - ¿Qué es eso? 

- Una comunidad dónde podrán crecer tranquilos. - Me miró. Observó en mis brazos estaba Judith. - Ustedes y la bebé. 

Rick se interpuso entre Aarón y yo. Carl se puso enseguida de mí, quitándome a Judith de las manos. 

- ¿Dónde está eso? - Rick se acercó cauteloso. - Un paso en falso... y te mató. 

- Primero. - Dijo Aarón tranquilo. - ¿Pueden desamarrarme? La sangre no me circula. 

Rick pasó una navaja entre ambas manos de Aaron, y este las comenzó a mover en círculos. 

- Está a 2000 metros al noroeste, pasando el bosque. - Dudó. - O mejor dicho, dos kilómetros. 

Daryl se giró hacía atrás, viendo a Daryl, que estaba enseguida de mí. Daryl solamente asintió, al mirar a Rick. Estos dos se entendían solamente con una mirada, era genial. 

- Allá. - Comenzó Aaron. - Hay casas, autos, comida, provisiones, armas, medicamentos... Todo para que tus hijos puedan crecer tranquilos. 

- Mira... - Murmuró Rick. - Mis amigos irán hacía allá. Sí no llegan antes de la noche, porque nos pusiste una trampa, te mato. 

- ¿Ellos solos? - La mirada de Aarón se abrió de par en par. - N-no. Tengo que ir con ellos, tengo que guiarlos. 

Rick siseó, poniendo un dedo en sus labios. 

- Cállate. - Le ordenó. - Estás advertido. 

Tras esto, Rick le metió un golpe tremendo en la cabeza, dejándolo noqueado. Daryl tomó algunas armas que estaban con nosotros, y se encaminó a la salida. Se despidió de mí con un movimiento de cabeza. 

Tardaron varias horas en qué Aarón despertara. Michonne y Rick se habían quedado con nosotros; Carl, Judith y yo. 

Cuándo recuperó nuevamente la razón, miró a Rick, estaba asustado, aunque lo disimulaba bastante bien.

- En mi mochila. - Apuntó con la mirada. - Hay un puré de manzana. 

- ¿Estuviste espiándonos? - Rick se acercó nuevamente, con su bebé en brazos. 

- No. - Negó enseguida. - Bueno, no tal cuál. 

Rick me observó. Me acerqué enseguida, cogiendo en mis brazos a Judith. 

- Ven acá. - Le susurré, cargándola. 

- ¿No tienes calor? - Me habló Aarón. Rick lo cayó, siseándolo. - Lo digo por ese enorme suéter café. 

- No. - Negué. Luego me arrepentí. - Sí.