Estábamos parados frente a una enorme iglesia; se veía super bien cuidada. Afuera, estaba estacionada una enorme camioneta; la cuál era de Gabriel.
Él subió las escaleras, e introdujo la llave en una enorme puerta de madera. Carl sostenía en sus brazos a su hermana menor; estaba despierta y estaba muy activa. En las últimas dos horas que estuvimos caminando, había llorando unas 3 veces.
- Por favor. - Gabriel se giró a vernos. - Es la casa del señor. Respétenla.
Se adentró, dejándonos pasar primero a mí y a Carl. Hacía años qué no veía una iglesia por dentro. Era un pasillo largo, a mano derecha e izquierda había bancos, y hasta enfrente; estaba la mesa dónde los sacerdotes solían oficiar misas. Estaba llena de latas vacías; aunque algunas estaban medio llenas.
Judith comenzó a llorar nuevamente. Carl trataba de calmarla; pero su llanto era desesperado. Le pedí los brazos, pero se negó. Comenzó a agitar sus bracitos violentamente.
- Está hambrienta. - Dije, sobando su cabellito.
- Lo sé. - Soltó Carl desesperado. - Me quiebra oírla suplicar de hambre.
- ¿No hay nada acá que pueda ayudar?
Subí un pequeño escalón, llegando a la mesa. Comencé a revolver latas vacías, hasta que encontré una de vidrio. Sonreí, emocionada. Alcé el bote, mostrándoselo a Carl.
- Puré de manzana. - Troté hacía ellos. Abrí el franco e introduje mi dedo índice en el puré. Lo acerqué a la boca de Judith, e inmediatamente comenzó a lamer mi dedo.
Su llanto cesó enseguida. Le indiqué a Carl que nos sentáramos en la banca qué estaba hasta delante, para poder alimentarla.
- Me agrada verte como hermana mayor. - Me sonreí.
- Me agrada convivir con los bebés. - Usaba mi dedo como cucharilla para Judith.
- ¿No tuviste hermanos? - Cuestionó, teniendo miedo de una respuesta cruel.
- No. - Sonreí, negando. - Mi mamá no pudo tener otro hijo. Tuvo un aborto.
- ¿Y tú papá?
Suspiré al ver que Judith comenzaba a cerrar sus ojos y recargar su cabeza en el pecho de Carl.
- Pon tus brazos así, cómo cunero. - Le enseñé a Carl a acomodarla de tal manera que estuviera acostada. - Listo.
- No me has respondido.
- Mi papá... - La verdad me incomodaba hablar de mi papá. - No lo conocí. En cuánto nací, abandonó a mí mamá. Su esposo se hizo cargo de mí, cómo si fuera un padre.
Carl bajó la mirada, para poder apreciar a su hermana.
- Necesito cambiarme esta camiseta. - Solté. Era la misma de rayas qué me donó Joe y su grupo aquella última noche. - Más tardé saldré a un centro comercial aquí cerca. ¿Vienes?
- ¿Estás loca?
Justamente en ese momento, todos comenzaron a entrar en tropel. Alcé la mano, indicándoles que la bebé estaba dormida; todos bajaron el volumen de su voz. Gabriel se acercó a nosotros; observando a Judith.
- Puede dormir en mi oficina.
Nos guió a mano derecha a una puerta. Había una cama individual, dónde dormía Gabriel. Enfrente de la cama que estaba de lado; había un escritorio lleno de biblias y crucifijos. Debajo de ese escritorio, había una caja amplia de plástico. Gabriel ahí metió una de sus almohadas, haciendo un pequeño colchón.
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Detrás de ti || 𝓕𝓪𝓷𝓯𝓲𝓬
FanfictionRebecca Anderson, una niña de 10 años que quedó huérfana después de la muerte de su madre. Su padre se encargó de ella durante algunos años, hasta que pudo hacerse independiente, para conseguir su camino. En su trayecto, conoce al grupo de Rick Grim...