Capítulo 20

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La barbacoa fue un éxito. Durante horas estuvimos comiendo, bebiendo, cantando y bailando. En definitiva, Lucas supo cómo ganarse a mi familia. Mis tías le hicieron un interrogatorio de sexto grado acerca de sus hobbies, su familia, sus estudios... el cual él supo salvar de manera increíble.

Respondía a todo amablemente, con una sonrisa, y de vez en cuando me miraba de reojo para comprobar que le daba su aprobación. Yo estaba todo el rato pendiente del movimiento que hacían sus dedos para ver si se tocaba la nariz, pero Lucas no lo hizo en ningún momento. Parecía estar cómodo y, durante unos minutos, olvidé por completo el papel que estaba desempeñando.

Nos despedimos de madrugada cuando mi familia cayó rendida al sueño. Fue un "adiós" simple, pero en el que sentí algo especial. No sé cómo explicarlo, pero la última frase que me dijo Lucas antes de marcharse me removió por dentro.

"Eres increíble, Olivia. Hacer este papel contigo es demasiado fácil. Quererte sería demasiado fácil".

Seguramente las copas de vino que mi padre no dejaba de servirle habían hecho efecto en él. Pero aun así lo dijo, y yo me quede callada sin saber que responder.

—¿No le dijiste nada? —pregunta mi prima mientras cerramos la puerta de casa.

Le acabo de contar como fue la despedida con Lucas. Quería habérselo dicho antes, pero no habíamos estado solas hasta este momento.

Hace calor esta noche, pero no podemos perdernos el evento de hoy. Es la primera noche de cine de verano, un acontecimiento histórico en el pueblo. Todos los jóvenes preparan bebida y comida y suben hasta una pequeña colina en la que habrá una pantalla de cine. La película que se pondrá siempre es sorpresa, pero aun así todos vamos.

—¿Te crees que me esperaba eso? Ni si quiera sé que significa.

—Claro que sabes que significa. Te dijo que quererte sería fácil. ¡Está empezando a sentir cosas por ti, Olivia!

—Pero si apenas nos conocemos. Y él está haciendo esto por Cassandra. Me pidió que fuese a la fiesta para ponerla celosa.

—Tienes razón —asegura Clara—. De todos modos, Lucas está demostrando ser muy diferente a la imagen que teníamos de él. Creo que a los abuelos les encantó.

Yo también pienso así. Mi abuela ha estado toda la mañana alagando a Lucas. Desde su melena rubia, la cual le encantó, hasta su forma de cantar. En general, toda mi familia está deseando volver a verlo, y yo también, para que engañarme.

Seguimos caminando durante unos minutos hasta que llegamos a la pradera. Apenas hay luz y la pantalla no está encendida. Hemos quedado con Lena y Sofía para ver la película, pero solo vemos a una de ellas sentada sobre una toalla en segunda fila.

—Sofi. Aquí —grita mi prima mientras esquivamos los pies de las personas.

Sofía ha preparado toda la bebida y la comida sobre la toalla roja. Un verdadero manjar. Me encantan estos planes de verano.

—¿Qué tal estáis, chicas?

—Deseando ver que película nos pondrán esta noche —respondo.

Sofía y Lena no saben nada sobre el acuerdo al que he llegado con Lucas. Pretendo contárselo, pero no aquí rodeadas de gente.

—¿Dónde está Lena?

—Aún no la he visto. La he escrito y llamado varias veces, pero no ha respondido a mis llamadas. Pensé que vosotras sabríais algo de ella.

Mierda, aquí no hay ni una raya de cobertura. Lena nunca se pierde esta clase de planes. Si no está es porque algo le ha pasado.

Las farolas de la pradera se apagan y se enciende la pantalla. Las voces se convierten en un murmullo y todos miramos atentos al frente.

Amor de alquilerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora