Capítulo 8

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/Zoro/

Lo único que podía despertar a Zoro era la alarma del celular y como ahora y todos los días, se despertaba aturdido y rápidamente apaga ese sonido que ni en sus pesadillas quisiera escuchar. Hoy empezaba una nueva vida, tanto para él como para Sanji. Pues ya el peli amarillo viviendo con él, podían hacer ejercicios juntos y de igual manera todo lo demás, como ir a la universidad e ir a entrenar.

Así que pensando en todos los ejercicios que pondría hacer a Sanji se percata que la cama estaba vacía, el peli verde se sienta en la misma y se da cuenta que Sanji no estaba. ¿Dónde estará este añil?

El peli verde al salir de cama se da cuenta que las maletas aún estaban allí, así que Sanji no se había ido de la casa, eso era bueno. Zoro para despejar la mente y empezar el día, se dirige al baño y allí se cepilla y se salpica un poco de agua en el rostro, era refrescante. Sale del baño y todavía con un poco de sueño, se quita la camisa y la deja a un lado, como era sábado no había necesidad de ser tan formal, así que decidió colocarse una camisa cualquiera y así con ella hacer los ejercicios. Mientras se la estaba colocando se escuchó como la puerta se abría y para su sorpresa Sanji había entrado.

-Buenos días- saluda Zoro hacia el contrario con una sonrisa.

Este solo quedó allí estático sin decir nada. El peli verde al ver que Sanji estaba nervioso aunque no sabía por qué, se termina de colocar la camisa y se acerca con cuidado a este. Pero lo que no se esperó fue que cuando estuvo al frente de Sanji, este lo apartó con sus manos haciendo un leve empujón. Quizás le afectó vivir aquí conmigo.

-¿Qué pasa?- pregunta Zoro al ver que Sanji estaba sonrojado y algo pálido también. -¿Estás enfermo?

-No...vine solo... porque el desayuno ya está listo- termina este saliendo del cuarto.

-Tiene algo...

Era claro que algo tenía, no era normal que se comportara así después de haber pasado tanto tiempo juntos y dormir juntos también. Zoro para saber qué era lo que tenía Sanji, se termina de vestir y con unos zapatos deportivos aún sin atar, sale del cuarto. Lo que lo esperó al salir fue un aroma muy rico, si lo que olía era la comida de Sanji agradecería mucho que siguiera cocinando. Así que siguiendo el olor llegó a la cocina, donde Sanji tenía un delantal y estaba haciendo no sé qué en las ollas.

-Huele bien- comentó Zoro recostándose en el mesón al lado de Sanji.

Este se sorprendió y dejó caer un cucharón. ¿Quizás hice algo en la noche para que Sanji actúe así tan extraño? Pensó el peli verde mientras se acurrucaba y recogía lo que se había caído, al tenerlo en la mano y yendo hacia el fregadero, le da una pequeña lavada y extendiéndola se la da a Sanji.

-Gracias- responde este agarrando el cucharón.

-Tienes algo ¿qué es? ¿Te hice algo mientras dormía? Porque si es así perdón.

No sabía por qué pedía perdón, pero si por si acaso hizo algo que a Sanji no le gustó lo único que podía hacer era pedir disculpas. Aunque Zoro jamás tuvo síntomas o acciones de sonambulismo, quizás ahora sí los tenía.

-No hiciste nada, solo estoy algo extraño por el nuevo ambiente- responde Sanji mientras se movía de un lado a otro.

-Entiendo, espero que este nuevo ambiente te agrade. Porque a decir verdad tú casa no me gustó nada.

Desearía que fuera mentira, pero con esa tensión con la que siempre estaba ese lugar se sintió abrumado y de alguna forma miserable, sentía que todo eso estaba afectando de alguna manera a Sanji, así que el peli verde agradeció poder ayudar a Sanji, así sea con solo darle un techo. Pero lo que Sanji no sabía, era que le estaba dando compañía a Zoro, y eso para el peli verde era mejor que cualquier cosa.

Nuestro mayor reto (Zosan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora