Nuestro mayor reto (Zosan)

Capítulo 11

/Zoro/

-Esto es una mierda- habló Zoro cruzándose de brazos.

Esa mujer era una bruja, ¿cómo pudo quitarle la validez a esos boletos? Porque cuando llegaron al lugar el recepcionista dijo que la mujer que había comprado los boletos, hizo no sé qué para que esos boletos ya no tuvieran la validez como para que alguien entrara con ellos, en pocas palabras les tocó irse del lugar y ahora estaban en un café, pero lo peor es que habían durado casi toda la tarde buscando esa piscina y ahora era de noche. Definitivamente me compraré un carro.

-No es tan malo, ahora estamos disfrutando de un café y un postre- dijo Sanji sonriente mientras que en sus mejillas estaban llenas de comida.

-Me hice muchas ideas, pero no hay porqué preocuparse, en unos días iremos a la piscina y ahí nadie nos interrumpirá.

-Está bien.

No podía ni comer tranquilo cuando en su mente estaba esa mujer que le entregó los boletos, si dijo que podía ir con el que yo quisiera ¿por qué se molestó y canceló los boletos? Era algo que no entraba en la razón del peli verde. Pero ya debía dejar ese tema olvidado, lo que debería estar en su mente en estos momentos es el rato que estaba pasando con Sanji.

Porque ahora que lo pensaba, en los meses que han vivido juntos nunca habían salido, eso sería muy mal visto. Quizás debía ser constante con las salidas con Sanji, así su amistad se reforzaba, ¿por qué sí eran amigos verdad? Bueno eso se daba a entender por todas las cosas que había pasado junto a Sanji.

El peli verde para dejar de pensar en esa mujer y teniendo decidido pasar más tiempo con Sanji, se percata que éste estaba mirando por mucho tiempo afuera, Zoro gira la cabeza hacia donde Sanji miraba y se percató que éste miraba a una mujer que estaba sola en una banca y algo triste. Quizás quería follársela.

Porque Sanji creía que no, pero en realidad Zoro sí se había dado algo de cuenta que Sanji estaba levemente excitado, aunque no supo si tuvo una erección o simplemente tuvo un pequeño trance de deseo sexual, pero lo que sí era cierto es que Sanji se estaba reteniendo. Algo que a Zoro nunca le había pasado, pues con su vida tan complicada nunca tuvo tiempo para eso.

Es decir, sí había follado con al menos tres mujeres en todos sus 18 años, pero eso solo sucedió cuando no quería seguir con la vida, así que en realidad nunca disfrutó tener sexo, pero a diferencia de Sanji este moriría por tocar algunos pechos y traseros. Así que como buen amigo le daría la oportunidad. Aunque ahora el problema sería como decirle que fuera y utilizara su polla con esa mujer.

Debía buscar una forma de decirle, debía utilizar su cerebro. Tenía que ser algo con lo cual él no se enterara que Zoro ya sabía sobre su deseo, así que tenía que ser algo que en el fondo sepa lo que quiero decir y que aproveche y use ese espacio. ¿Pero qué excusa se podría utilizar? Tenía que ser algo quizás referente a la mujer, pero no debía decir directamente que fuera a follársela. ¡Lo tengo!

-Veo que necesita ayuda deberías ir y ayudarle, además a estas horas una mujer no puede estar por ahí sola- habla Zoro tomando de su café, quizás esta era la mejor excusa que alguien pudiera tener.

-No quiero dejarte solo- habla este volteándose y dirigiéndose al peli verde.

¿Enserio se preocupaba por eso? Si he estado solo toda mi vida, porque me quede solo una hora no me moriré. Además que lo hacía por Sanji, aunque no sabía cómo podría sentirse, pensaba que sería frustrante sentir deseo de tener sexo y no poder hacerlo, así que lo hacía por él.

-No hay por qué preocuparse por eso, ve y ayúdala. Recuerda esto Sanji...- el peli verde deja la bebida a un lado y con sus manos agarra la mano de Sanji. –... Así tú te vayas, a donde sea o con quien sea, yo te esperaré. Ten eso siempre en mente.