Capítulo 19

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Cuando dos personas se encuentran y se enamoran, el amor es pasajero. Pero cuando dos almas gemelas se encuentran y se enamoran, el amor es duradero.

Así como se menciona el amor no ha acabado. Ya que después de cuatro años que Sanji y Zoro fueron separados, su amor perduró.


/Zoro/

-Presidente- habló la secretaria entrando a la oficina. –La empresaria Hiyori la que quiere negociar con usted está afuera.

-Que entre.

La secretaria asintió y saliendo y hablando un par de cosas, la empresaria entró con una sonrisa.

-Siéntate- señaló la silla que estaba al frente del escritorio.

La contraria todavía con una estúpida sonrisa se sentó y dejando un par de papeles en la mesa, se dirige por completo al presidente.

-Quiero negociar contigo un par de construcciones- dijo Hiyori quien mirando fijo colocó una de sus manos encima del presidente.

-No me gusta que me toquen, así que no lo hagas- contestó éste quitando su mano.

-Pareciera que le eres fiel a alguien- dijo esta en un reproche.

-Es porque así es, así que si no vienes hablar sobre negocios te pido que te vayas.

La contraria frunciendo el ceño se levanta y de mala gana agarra los papeles que había traído y se dirige a la puerta.

-No le eres fiel a nadie porque nadie te quiere, Roronoa- dijo la contraria saliendo de la oficina.

El peli verde bufó y sabiendo que nadie estaba en la oficina, se recostó en la silla y girándola hacia la gran ventana donde se podía ver perfectamente la ciudad, cerró los ojos y trató de pensar en otra cosa que no fuera algo que lo atormentaba.

-Hoy se cumplen cuatro años- susurró Zoro tratando de no recordar las otras tres veces que se cumplieron el año.

Mientras Zoro tenía los ojos cerrados se escuchó el tocar de la puerta, el peli verde se reincorporó y girando la silla y colocándose seriamente posicionó la vista en la puerta.

-Pasa- dijo el peli verde dejando que segundos después su secretaria entrara.

-Presidente ya son las siete, ¿le digo al personal que ya pueden irse a casa?- pregunta la contraria al entrar.

-Sí y tú también ya puedes irte, gracias por hoy- contestó Zoro haciendo una pequeña reverencia hacia la secretaria y al hacerlo vuelve a girarse hacia la venta.

-Lo hago con gusto, nos vemos mañana- contestó la contraria saliendo de la oficina.

El llegar de las siete en ese día en específico significaba que ya todos los de la empresa podían irse y así dejando solo al peli verde. Eso hizo Zoro, pues cada vez que se cumplía el año de Sanji de haberse ido, cuando eran las siete el peli verde mandaba a todos a casa y así él pasaba la media hora allí solo, así como fue la espera en aquella mesa, que pasando la media hora le dieron la noticia.

Así que cuando eran las 7:30 Zoro ya podía irse a casa, en general todo en ese día revivía lo que pasó en ese fatídico día, así podía de cierta manera recordar todo. Bueno algo del todo, pues al día siguiente, Zoro despertó en la sala con la foto de la graduación en sus manos y con el vidrio rotó, y al verlo frunció el ceño.

Pero eso no fue todo, pues como pudo se levantó y se percató que en toda la sala había sangre y algunos vidrios partidos, también notó como todo su cuerpo estaba moreteado y con rasguños, de la misma manera como habían rastros de sangre por todo su cuerpo y también en su rostro estaba la sangre seca junto con las lágrimas. En general vivió de milagro, pues duró casi dos días traspasándose sangre.

Nuestro mayor reto (Zosan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora