La muerte de Yumeko Jabami a manos de Mary Saotome se transformó en una noticia conocida en toda la región. Los Kugisaki doblaron la seguridad en sus propiedades y negocios por la cuenta que les traía. La cristalografía de la esmeralda que representaba a los Saotome parecía haber dado conuna conformación reforzada. Pero aquello era raro de ver, y más cuando generaciones de poder tan diferentes les separaba. Como Yumeko era hija única y muy querida, la carga emocional había acidificado todas las acciones de la familia Jabami: aquello daría pie a una guerra y como en cualquier guerra, habría aliados a un lado y otro de la reyerta. Los Kugisaki estaban precisamente al otro lado, en contraposición a los Saotome. Las ganancias compartidas y los tratos beneficiosos que tenían con los Jabami les forzaba a situarse a su favor... lo que se tradujo en doblar la atención y la vigilancia en las casas de cada integrante que componía la organización, incluyendo por supuesto a los hijos y a todos los menores de edad. Eso llevaba consigo a varios miembros en el caso de los Kugisaki, Nobara contaba con muchos tíos y primos.
Sachiko Juraku había recibido, al igual que el resto del profesorado, una lista de nuevas obligaciones y recomendaciones en lo que restaba de curso escolar para mantener a los alumnos a salvo... de ellos mismos. Ahora que había una guerra entre clanes pesados, los jóvenes podían recibir órdenes ocultas para actuar por su cuenta y muchos de ellos tenían sellos. Podían aprovecharse de los que no los habían manifestado y aquello se convertiría en un campo de batalla. Y como era de esperar, dados los acontecimientos internos que habían ocurrido, el director le encomendó a Sachiko que pusiera cien ojos sobre Nobara Kugisaki. Si la niña moría a manos de algún alumno en las instalaciones, el internado no volvería a ver la luz del sol... y probablemente él tampoco. Los Kugisaki solicitaron vigilancia extrema y trataron de enviar dos hombres de su confianza, pero el reglamento de la academia se lo impedía: incluso dentro de una jerarquía tan pesada, todos los alumnos debían ser iguales. Si dejaban entrar vigilancia exclusiva del clan Kugisaki, el resto de apellidos podría hacer igual por temor a perder a sus hijos. Así que echaron mano de la empresa privada de seguridad que tenía el internado para esos escenarios.
Kugisaki lució indemne al recibir la noticia de la muerte de Jabami. La Dirección le informó en privado, dada la fuerte amistad que las unía. La joven asintió, fingiendo una pesadumbre que no sentía, pero nada más girarse y salir del despacho volvió a sus quehaceres.
La situación había cambiado a su favor esos últimos tres meses. Había tenido ocasión de estrechar lazos con Sachiko y se daba cuenta de que la ambición por poseerla no había decrecido ni un poco. La mujer la tenía por una alumna brillante y despierta, aunque no le prestaba la atención que Nobara creía merecer. Había tenido dos acercamientos físicos después del abrazo, pero no había logrado pasar de eso. Abrazos.
Y empezaba a acumular rabia por ello.
Piscinas
—¡Tiempo!
Diez estudiantes se zambulleron a la piscina de cabeza. Pronto serían las competiciones de la región y el alumnado del internado tenía buenas referencias en cuanto a deportistas. Casi siempre, todos los años, alguno de sus estudiantes lograba quedar en el podio. Después del primer fracaso el año anterior donde no fue así, los tiempos que se cronometraban habían disminuido y los requerimientos internos para participar eran más exigentes. Nobara quedó segunda o tercera en casi todos los largos decisivos.
—Tiempo. Estupendo, chicas. Descansad cinco minutos y vamos por la última. Esta será decisiva... algunas os estáis jugando el tercer puesto. De lo contrario, no seréis seleccionadas para las competiciones.
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La doble cara de la perversidad
أدب الهواةNobara Kugisaki es hija del líder del Clan Kugisaki, la organización criminal más influyente de Japón. Sus hermanos Kento, Suguru y Yüji son radicalmente distintos a ella, pero no saben hasta qué punto. El resto de clanes sostienen una temblorosa pa...