Lágrimas de hierro
Empieza a llover, y a través del cristal de la ventana del coche veo como las gotas de agua intentan perforar todo aquello que se encuentre a su alcance, ya sean sueños, esperanzas, o incluso la ilusión por vivir.
Es entonces cuándo me pregunto, ¿cuál fue la última gota de lluvia que rozó la piel de Mathy?
O peor todavía.
¿Cuál fue la última vez que vió la luz del Sol?
–Allen, ya hemos llegado –. Añade Nik. –¿Seguro que quieres hacerlo?
Afirmo sin pensarlo, y rápidamente me desabrocho el cinturón de velocidad, abro la puerta, y salgo del vehículo.
La lluvia comienza a impactar sobre mí, pero ahora mismo no me importa, no estoy pensando en ello, porque ahora tengo un objetivo en mi mente que oculta todo lo demás.
–Helen –. Dice Zack de repente, mientras pone su paraguas sobre mí, creando un escudo ante el clima –. Te vas a resfriar.
¿Se acaba de preocupar por mí?
Lo miro, sin saber muy bien qué decirle. Ser sociable nunca ha sido mi punto fuerte, creo que es por eso que, hasta hace poco, estaba tan sola.
–Gracias –. Sonrío un poco, de forma leve, y entonces comienzo a caminar, siento el barro que ha formado la lluvia, y me da escalofríos el pensar que tendré que desenterrar la llave que en su día sumergí y dejé olvidado bajo tierra.
Evito pisar todos esos lirios azules, no quiero dañar este lugar, por qué siento que aquí es donde yace mi antigua vida, dónde yo era feliz.
–Oye, ¿no prefieres hacerlo otro día? Está todo lleno de barro gracias a la puta lluvia... –Pregunta Nik.
–No. Tiene que ser hoy –. Afirmo –. Por qué, sé que si no lo hago ahora, no lo haré nunca.
Es ahora o nunca.
–Está bien. Toma –. Me da una vieja pala que Zack guardaba en su maletero –. Tómatelo con calma, y recuerda que estoy aquí contigo. –Pone sus manos sobre mis brazos de forma suave.
Le sonrío levemente, mientras veo como esos ojos verdes me miran con sinceridad y preocupación.
Bueno...nunca pensé que tendría que hacer esto, pero no puedo seguir huyendo, aunque los recuerdos duelan, escuezan o te hagan llorar, hay que seguir aferrándose a todo aquello que quieres conseguir, por ti, y por todas las personas que te importan.
Mis pies están justo sobre el lugar donde está enterrada la llave.
Cojo aire, y lo expulso lentamente.
Ahí voy.
Sumerjo la hoja de acero de dicha herramienta en el barro, mientras mi pie hace fuerza en los hombros de ésta, y saco la primera cantidad de barro y la tiro al lado, donde no hay lirios.
Esta va por Mathy.
Hago la misma acción de nuevo.
Esta va por Ethan.
Empiezo a cavar profundizando más, y siento como si lo hicieran en mi corazón.
Esta va por mis padres.
Sigo así, hasta dar el último.
Y estas...van por Nik y Zack, por ayudarme, por hacerme sentir un poco menos sola en todo esto, y por sacarme la primera carcajada en muchos años.
Esto va por mí, por mí y por todos mis compañeros.
***
Recuerdo que las nubes tapaban todos los rayos que el Sol proyectaba, pero por alguna razón por aquella época no le daba importancia al clima. Acababa de terminar de nevar, y todo el lugar estaba repleto de colores blancos y grises.
ESTÁS LEYENDO
No muy lejos de las vías
RomanceHelen ha vivido siempre cerca de las vías, por lo tanto, sabe de primera mano que la tristeza y la alegría viajan juntas en el mismo vagón, sin importar las diferencias que haya entre ellas. Desde la muerte de su hermano menor, la vida de Helen se d...