Esa noche, mientras Reda dormía, mi mente no dejaba de pensar en el mensaje .
A la mañana siguiente, durante el desayuno, traté de actuar con normalidad, pero mi preocupación crecía con cada minuto que pasaba. Reda notó mi distracción y me miró con curiosidad.
-¿Estás bien? -preguntó, frunciendo el ceño.
-Sí, solo pensando en algunas cosas del trabajo -mentí, esbozando una sonrisa.
Él asintió, aunque parecía no estar completamente convencido. Decidí que, por el momento, lo mejor era no decirle nada hasta tener más información.
Después del desayuno, Reda salió a hacer unas compras, dejándome sola en casa. Aproveché la oportunidad para investigar más sobre el número desconocido que había enviado el mensaje amenazante. Utilicé una aplicación de rastreo de números, pero no obtuve resultados concluyentes. Estaba claro que la persona detrás de los mensajes sabía cómo cubrir sus huellas.
Mientras revisaba nuevamente los mensajes en mi teléfono, recibí otro mensaje del mismo número:
"Te lo advertí. Aléjate de Reda o esto acabará mal "
Sentí un escalofrío recorrer mi espalda. Era evidente que quienquiera que fuese, no se detendría fácilmente. Decidí tomar una captura de pantalla del mensaje y guardarla como evidencia, decidí llamar al número pero la persona colgo al instante , dejándome con una sensación de impotencia. Necesitaba un plan y rápidamente.
Cuando Reda regresó, traté de actuar con normalidad, pero la preocupación seguía latente en mi mente. Pasamos el resto del día juntos, pero no podía sacudirme la sensación de que algo malo estaba por suceder.
Esa noche, mientras Reda dormía, escuché un ruido extraño fuera de la casa. Me levanté silenciosamente y me acerqué a la ventana. No pude ver nada en la oscuridad, pero la sensación de ser observada era inconfundible. Mi corazón latía con fuerza mientras regresaba a la cama, tratando de pensar en qué hacer.
A la mañana siguiente, decidí hablar con Reda. No podía seguir guardando esto para mí misma. Después del desayuno, lo miré a los ojos y respiré hondo.
-Reda, necesito hablar contigo sobre algo importante -dije, tratando de mantener mi voz firme.
-¿Qué pasa? -preguntó, notando mi seriedad.
-Le he estado recibiendo mensajes amenazantes -comencé, y vi cómo su expresión cambiaba de preocupación a alarma-. No sé quién está detrás de esto, pero dicen que quieren hacerte daño si no me alejo de ti.
Reda se quedó en silencio por un momento, procesando lo que acababa de escuchar. Luego, tomó mi mano y la apretó con fuerza.
-No déjare que nadie te haga daño -dijo con determinación-.
Sentí un alivio momentáneo, pero sabía que el peligro aún estaba .
A partir de ese momento, Reda y yo comenzamos a tomar precauciones adicionales. Instalamos cámaras de seguridad alrededor de la casa y nos aseguramos de no salir solos. Sin embargo, la sensación de ser vigilados no desaparecía.
Una noche, mientras revisábamos las cámaras de seguridad, vimos una figura oscura dando vueltas cerca de la casa. Mi corazón se detuvo y Reda tomó una decisión rápida.
- Voy a ir a por el, tu quédate aquí.
-dijo, su voz llena de determinación.-No vas a ir solo, voy también.
-Esto es peligroso Nayla y no voy a dejar que te pase nada.
-Pero te puede pasar ati si vas solo.
-No vas y.
Asentí enfadada pero al escucharlo salir lo seguí.
Lista para enfrentar a quienquiera que estuviera detrás de las amenazas. Me movi sigilosamente por el jardín, siguiendo a Reda que el seguía a la figura encapuchada. De repente, se giró y nos enfrentó, sacando un cuchillo.
-¡Reda, cuidado! -grité, pero era demasiado tarde.
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Entre dos destinos.
DragosteUna joven de 21 años se muda a Holanda tras ser contratada por una empresa muy conocida, donde conoce a dos hermanos en competencia por el control de la compañía. A medida que se involucra en sus vidas, se encuentra en medio de un dilema familiar, e...