- ¿Así que este es el muchachito que te embarazó? -dice acercándose a Alan hasta que yo me pongo enfrente de el- ¿Se hará cargo?
- ¿Qué haces acá? -pregunto asustada viéndola
-Te venimos a buscar -responde mi hermano menor y yo lo miro- debes volver.
- Pero ¿Quién se creen que soy? -pregunto molesta- ¿Una niña de 15 años?
-Pues pareces con cada estupidez que haces Aurora -responde para tomarme bruscamente el brazo, pero Alan la frena.
-Sra. Smith -dice el firmemente- no voy a permitir que agreda a mi enfermera.
- ¿Ayudante? -pregunta confundida.
-Si, ella es mi enfermera personal -responde mirándome- una de las mejores que tendrá Duskwood -añade y yo solo lo miro confundida- ella está cuidándome ya que tengo un poco de problemas de salud y me la recomendaron, así que decidí contratarla -finaliza y mi madre queda sorprendida mientras yo trago en seco.
- ¿Quién? -pregunta Orión.
-Mi jefe -responde- que también se atiende con ella.
-Vaya, no sabias que atendías de manera particular Aurora -dice mi madre mirándome y yo solo asiento.
-De vez en cuando -respondo asustada y ella me suelta el brazo.
-Y yo que pensaba que no eras buena para nada -agrega ella y hace una mueca- al menos la carrera que tu padre te pagó te sirve para no morir de hambre -mira fijamente a Alan- Pobre de usted tener que convivir con esta pesadilla.
-Al contrario -responde Alan mirándome- Estar con ella es realmente divertido. Aprendo cada día de ella y de sus múltiples talentos.
- ¿Hablamos de la misma chica? -pregunta mi hermano menor riéndose y yo solo bajo la cabeza- ¿Qué estuvo como 3 meses tirada en su cama haciendo nada?
-Bueno, ahora creo que es hora de que se vuelvan -digo con la voz entrecortada y ellos niegan.
-Nos quedaremos unos días aquí en Duskwood, conociendo -sonríe mi madre y yo solo miro a Alan.
-Bienvenidos sean entonces -contesta Alan para luego mirar fijamente a mi madre- Bueno, Lyra ya debe irse a trabajar y yo también -estábamos por irnos hasta que mi madre me toma del brazo de nuevo.
-No olvides que sigues siendo una buena para nada Aurora -susurra mirándome fijamente- no porque un hombre te haya elogiado significa que seas todo lo que él dice. No creo que te quieran más que para tener sexo -agrega y me suelta- Hasta luego Sr. Hasta luego hija -sonríe y yo solo la veo irse.
-Ly... -lo freno.
-Tranquilo, creo que fue más dulce que otras veces -respondo para seguir caminando.
El camino restante fue en silencio.
Llegamos al motel y entramos a mi habitación.
Nos sentamos en la cama y nos quedamos en silencio.
-Nunca entendí la razón por la cual me tenía tanta rabia -digo finalmente- siempre he hecho lo que quiere, estudie lo que ella quería, trabaje en lo que ella quería, hice todo lo que ella quería. Pero al parecer nunca fue suficiente.
-Tú lo dijiste alguna vez, las madres son complicadas -dice Alan acariciando mi pelo y yo asiento- yo creo que ella te quiere -yo niego con la cabeza.
- ¿Sabes lo que es sentir que tu mamá te odia, Alan? -pregunto y el niega- por eso no entiendes. Pero ella me odia de todas las formas posibles, te lo puedo jurar -lo miró fijamente- toda mi infancia fue así Alan, queriendo complacerla y ella rechazándome. Siendo criada por mi Liam, porque ella no era capaz de verme la cara.