Después de dos semanas, por fin vuelvo a casa. Mamá está bien, pero el susto fue grande. Esta noche hemos decidido relajarnos con nuestra típica noche de chicas: pizza y una serie. Mamá está mejor desde la última quimioterapia; apenas le quedan un par de sesiones. Aunque los efectos secundarios están ahí, cada vez los llevamos mejor. A pesar de todo, verla sonreír mientras devora un trozo de pizza me da una sensación de alivio que hacía tiempo no sentía.
-¿Saldrás con Lexie esta noche? -pregunta mamá, mirando la pantalla pero claramente más interesada en mi respuesta.
-Quizás. Todavía no lo sé -le contesto, algo distraída.
Mamá frunce el ceño. Sé que está a punto de sacar un tema que he estado evitando.
-¿Es por ese chico rubio? ¿Has quedado con él? -Su tono es curioso pero no invasivo. No he hablado con ella sobre Ezra. Nunca he sido de compartir detalles sobre los chicos en mi vida, especialmente porque han sido pocos y nunca duraron lo suficiente como para convertirse en una conversación seria.
-Ese chico rubio solo es un amigo, mamá. No creo que esté interesado en verme esta noche -le digo, tratando de sonar despreocupada.
-Está bien, cielo. No me meteré ahí -responde, volviendo su atención a la serie, aunque sé que no se lo ha tragado del todo.
Cuando llegamos al bar, las amigas de Lexie ya están bastante borrachas. Están acompañadas por el primo de Ezra y un par de chicos más. Desde el encuentro en la piscina, Ezra y yo apenas hemos tenido tiempo a solas. Nos hemos visto en casa, pero nuestras interacciones han sido fugaces, robándonos besos a escondidas como si fuéramos adolescentes. Él sigue saliendo casi todas las noches y, sin tener que preguntar, sé con quién. Con su primo Mikel. Justo donde está ahora.
Cuando entro, noto la mirada de Ezra recorriéndome de arriba a abajo. Llevo un vestido fruncido por encima de las rodillas que Lexie me convenció para ponerme. No es mi estilo habitual, pero la noche está calurosa y no traía ropa adecuada para salir.
Como siempre que estoy con las amigas de mi hermana, me siento fuera de lugar. Saludo a todos rápidamente y corro hacia la barra para pedir algo. No sé por qué vengo si siempre me pasa lo mismo, pero siento el impulso de huir. Veo cómo Ezra me sigue con la mirada, pero no se mueve de donde está, junto a Mikel y otra amiga de Lexie.
Ezra: 🍑
Sky: ¿Qué?
Ezra: Me muero por morder ese culo.
Siento un calor subiendo por mis mejillas.
Sky: ¿Estás intentando hacer sexting conmigo en un bar?
Ezra: Te pondría contra la pared, metería mis manos bajo tu vestido, lo subiría y bajaría tus bragas.
Sky: Veo que sí... y no va a funcionar.
Ezra: Besaría y mordería tu culo mientras mi mano se pierde entre tus piernas.
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Qué nos queda después del verano [Libro #3 Saga Destinos]
Teen FictionPensaba que lo peor que me podría ocurrir en verano era trabajar para la familia de Ezra Dankworth. Me equivoqué. Lo que comenzó como un trabajo tedioso y lleno de tensiones con mi jefe, pronto se convirtió en una pesadilla. Las primeras semanas fue...