Capítulo 7

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La música sigue llenando los altavoces, pero la mirada afilada de Bankotsu sigue observándome con incredulidad

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La música sigue llenando los altavoces, pero la mirada afilada de Bankotsu sigue observándome con incredulidad. No es de menos, no es todos los días que una extraña llega ordenándote cosas de la nada, pero él no tendrá más remedio que hacer lo que le pido. Eso es porque lo sé, sé que lo hará.

Es una lástima que de verdad no me divierta con él, está buenísimo, pero en este momento mi atención la tiene otro hombre que se ve mucho más candente y prohibido para mí. Creo que la parte de que es prohibido para mi es lo que hace que nuestras interacciones sean más emocionantes.

—¿Realmente crees que ayudaré a una completa extraña que me está haciendo perder el tiempo?—menciona divertido—me arruinaste la oportunidad de follarme a una de las chicas de la barra, solo para escuchar estas estupideces. No sé de dónde saliste, y la verdad no me importa, pero no quiero que sigas fastidiándome—me encojo de hombros, saco mi teléfono mientras busco lo que necesito.

—Puedes irte ahora mismo, aunque dudo que quieras que piensen que eres precoz o que me tuviste miedo—enarco una ceja hacia él y luego vuelvo a centrarme en mi teléfono—aunque te conviene escuchar lo que tengo para decir, luego puede escapárseme de la nada—escucho el sonido de reproche que sale de él, pero no es como si me importara lo que él quiera, tengo mis motivos de estar aquí.

—A ver, ¿qué es eso tan importante que tienes de mí?—sonrío con audacia y lo miro fijamente bajando un momento mi teléfono.

—Sé que tu familia está teniendo problemas con su empresa, supongo que tampoco quieren que salga a la luz que tu papá se folla a sus secretarias—hago la cuenta mirando la cara de sorpresa que pone, sonrío como si fuese un angelito y él gruñe dando dos pasos más cerca de manera amenazante, yo simplemente me acomodo en la cama mirándolo—supongo que aunque seas el más popular si se descubren tus problemas bancarios las personas dejaran de idolatrarte, sabes como es este mundo y sabes que la mayoría no te sigue solo porque eres guapo y cara bonita, te siguen porque saben que pueden tener beneficios de ti, como lo es un puesto asegurado al salir de la universidad—él se queda en silencio porque sabe que tengo razón.

En esta universidad hay dos clases de personas. Los que serán jefes de grandes empresas, y los que serán empleados. Es sencillo, es por eso que todos están desesperados por la aprobación, es por eso que todos quieren ser populares o conocidos, miemtras que sepan de tus talentos o que todos saben tu nombre, eso puede garantizar contactos y eso un puesto. A pesar de que aun somos jovenes, todos estamos en las mismas, buscando lo que sea más conveniente para nosotros.

Centro de nuevo mi atención en el teléfono esperando a que él diga algo, cuando consigo la fotografía que quiero vuelvo a mirarlo, se está pasando las manos por el pelo con molestia.

—¿Qué demonios es lo que quieres de mi?—cuestiona y sonrio.

Estiro mi mano para que él tome el teléfono, lo hace sin quitarme los ojos de encima para luego ver la fotografía que permanece en ella.

Deseo InmoralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora