Capítulo 13

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Durante toda la semana Inuyasha Taisho me ha estado mirando y luego dándome la curva de una sonrisa, su sonrisa de burla

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Durante toda la semana Inuyasha Taisho me ha estado mirando y luego dándome la curva de una sonrisa, su sonrisa de burla. Yo he actuado como si no me hubiese importado que él me haya dejado caliente y necesitada en esa aula, no se lo recriminé, no lo indagué y mucho menos lo acosé, simplemente lo observaba con tranquilidad.

Es así como llego a su clase sentándome en el primer asiento que queda justamente frente a su escritorio. Inuyasha está mirando unos documentos, ni se ha percatado de que más de la mitad de los estudiantes han llegado, sobre todo la parte femenina siempre son las primeras en llegar buscando el mejor puesto para poder observarlo. Yo tomo todo con calma observándolo, esperando que reconozca mi mirada.

Tarda en elevar la mirada, pero cuando se choca con mis ojos el reconocimiento es instantáneo. Comienzo llevando la punta del bolígrafo a mis labios y él observa el gesto que podría parecer algo superficial, pero sé que intenciones tengo. Cuando el aula se llena por completo él da inicio a la clase, con mis piernas cruzadas comienzo a escucharlo y debo admitir que es un deleite hacerlo. Él sabe cómo hacer para que no despegues tu mirada de él. Observo como todos apuntan como locos cada cosa que Inuyasha dice, pero yo me reclino en mi asiento observándolo moverse por el lugar, diciendo algo sobre como nuestra siguiente tarea será en pareja y que debemos hacer no sé qué.

No mentiré diciendo que no me gusta el jueguito que tenemos, ya decía yo que era demasiado fácil hacerlo caer, me gusta más cuando me trata indiferente, porque es satisfactorio tener era mirada llena de seos y pecado como ocurrió en ese baño.

Él es un hombre intrigante, pensé que me encontraría con el típico idiota narcisista e inútil, lo cierto es que desde la primera vez que lo vi he quedado algo fascinando por su físico, porque mi maestro tiene el tipo de físico que me encanta. Musculoso en los lugares correctos, con voz deliciosa al oído, ojos intensos y, además, siempre huele y se viste bien.

En conclusión; mi tipo totalmente.

Pierdo el hilo cuando él pasa por mi lado y sin que nadie lo note, roza mi brazo. Sonrío un poco y me quedo tranquila. Él pasa frente a mi hablando y cuando sé que pasará otra vez, dejo caer mi cuaderno. Él no deja de hablar cuando se detiene frente a mi silla, yo desdoblo las piernas y las abro cuando él se agacha a tomar mi cuaderno y levantarlo, solo que comienza a toser sin parar con lo que se encuentra.

Se levanta con rapidez y deja mi cuaderno sobre la mesa, sonrío un poco y debo ocultarlo cuando él me lanza una mirada intensa, me hago la desentendida hasta que la clase finaliza. Yo espero el tiempo suficiente para que mis compañeros se marchen ya que no me interesa nada con ellos.

Mi maestro verifica que no haya nadie cerca antes de acercarse a mí, tomarme del brazo y hacerme caminar hacia el baño privado que tiene en esta clase. Es espacioso, porque es un profesor con privilegio, además, el dinero de la matricula es costoso, así que no debería sorprenderme, lo que me sorprende es como Inuyasha me toma del cuello pegándome a la puerta del baño y dándome una mirada mortal.

Deseo InmoralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora