El verano había pasado demasiado rápido, o al menos eso pensaban Draco y Astoria, que sentían que apenas habían podido disfrutar lo suficiente con su retoño, que había vuelto a Hogwarts apenas quince días para comenzar su sexto curso en Hogwarts. A pesar de la pena por tener que verlo marchar otra vez, se sentían muy orgullosos de él. Había sacado unos TIMOS excelentes en todas las materias, incluso en Herbología. Llevaba uno de los mejores promedios de la escuela y era un excelente duelista, con un especial talento en Defensa contra las Artes Oscuras, algo que sorprendía a muchos por su carácter aparentemente tranquilo.
Antes de marcharse a Hogwarts y cumpliendo la exigencia de su padre, Scorpius tuvo que decirle a su madre y a su abuela que estaba saliendo en secreto con Rose Weasley, noticia que sacudió hasta los cimientos de la vieja mansión familiar. Astoria se vio impactada por la noticia y, al igual que Draco, no le hacía gracia emparentar con los Weasley, pero no se interpondría en la vida de su hijo como sus padres intentaron hacer con ella.
Su abuela, sin embargo, no se lo tomó precisamente bien, aunque prefirió no hacer ningún comentario frente a Scorpius y Astoria. No es que la despreciase por su estatus de sangre (aunque eso también le rechinaba entre los dientes en menor medida), sino que consideraba a los Weasley de indignos para emparentar con el último descendiente de las familias Malfoy y Black. Sus modales pueblerinos, su nula elegancia, su desprecio por las tradiciones mágicas y su escasa fortuna hacían que Narcisa los considerase inapropiados. Se había resignado a admitir la amistad de su nieto con ellos, pero no iba a quedarse de brazos cruzados esta vez. Abiertamente declaró sus objeciones a su hijo, recordándole sus deberes como cabeza de familia, entre los que estaba asegurar un matrimonio para su hijo digno de su posición.
Draco discutió con su madre aquella tarde en su despacho, a solas. Una charla bastante dura que duró más de una hora, en la que ambos dejaron muy claras sus posturas contrapuestas. Narcisa salió del despacho enfadada y decepcionada con las decisiones de su hijo y su nuera una vez más, pero todo quedó ahí, o al menos, eso pensaban Draco y Astoria.
Después de dejar a su hijo en la estación de King's Cross aquella mañana del primero de septiembre, algunas familias sangre puras empezaron a acercarse a la familia Malfoy de una manera que a Draco le pareció "sospechosa". La misma mañana del embarque de los jóvenes magos, Corbus Shafiq y su esposa se tropezaron con ellos y entablaron una agradable conversación acerca de sus hijos. Los Shafiq tenían una hija, Ehrengard, un año mayor que Scorpius, perteneciente a la casa Slytherin. August Sayre también se acercó a Draco, interesado por sus negocios y se manifestó animado de entablar relaciones comerciales. Edward Limsey, un alto funcionario del ministerio, también se acercó a saludar a Draco y Astoria. Otros matrimonios algo más cercanos a ellos como los Flint, los MacDougal o los Blishwick también fueron especialmente amistosos con ellos, incluso estos últimos se atrevieron a invitarles a tomar el té una tarde en su casa londinense.
Aquella repentina popularidad entre la alta sociedad hizo sospechar a Draco sobre las intenciones de aquella gente y, cuando lo comentó con su mujer, llegaron a la conclusión de que sería por sus ricos y emergentes negocios, que estaban en auge cada día, llenando aún más las bóvedas que la familia tenía en el banco de Gringotts. Ambos pensaron que aquellos buitres querían arrimarse a ellos para llenar sus bolsillos de galeones haciendo negocios con ellos. No le dieron más importancia al asunto y siguieron con su día sin más.
Durante la siguiente semana, las lechuzas no pararon de llegar a la mansión de Wilshire con invitaciones a fiestas, bailes y tertulias de todo tipo, incluso recibieron una invitación del Ministerio para asistir a una recepción diplomática, algo que no sucedía desde antes de la guerra. Parecía que de pronto todos querían relacionarse con los Malfoy, incluso aquellos que tiempo atrás los despreciaban.
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La Mansión de los Malfoy
Fiksi PenggemarUna mansión como la de los Malfoy ha sido testigo de muchos eventos a lo largo de la historia. Tras la guerra, la mansión ha recuperado el esplendor perdido y será testigo de nuevos eventos que darán que hablar en la sociedad mágica británica.