3. Kimberly

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La llegada de Reese a mi vida directa e indirectamente estaba revolucionando muchas cosas. En el antro me dedicaba miradas qué hacían eco en mi cuerpo. Salivé cuando lo vi tan impotente mirándome como si quisiese devorarme.

Hoy, cuando lo he conocido como el socio de mi padre, dueño de Almacenes Collow se notaba diferente. Estaba más reservado, más serio, más indicando la palabra aburrido.

Lo jodido de aquí y el punto importante que resume ambos Reese es que en cada posición encaja perfectamente con la mía.

Lo miré mientras bajó de mi auto y una sensación estúpida en el cuerpo me pedía ir a trabajar ya. Sin embargo, me niego a hacerlo. Es solo una revolución de mi cuerpo por lo de ayer.

Solo di dos pasos cuando Justin me interceptó, ofreciéndome un delicioso beso.

—Ayer estuve ocupado amor...

—Tranquilo, también lo estuve —lo interrumpo—. ¿Entramos?

Él asiente y toma mi mano. Mientras caminamos somos el centro de varias miradas. Esto es común ya, a pesar de los cinco meses.

Tomo las tres clases de la mañana y a la hora de almuerzo me reúno con las chicas.

—He empezado a bailar en un antro —comento bajito.

— ¿Qué? —Inquiere Erika—. Estás loca. Solo son putas...

—Pues soy una puta. Me gusta hacerlo.

—Me alegra un montón que hagas lo que te gusta. Cómo en todo, aquí también vas a brillar cariño —responde Melo con una sonrisa.

— ¿Qué piensa Justin de eso? —indaga Erika.

—No lo sabe nadie. Así que espero que ambas sepan guardar el secreto —dejo claro.

—Tu novio luchando por comerte el coño y tú bailándole a un montón de tíos —se burla.

—A veces creo que como amigas solo estás buscando constantemente mis fallos —comento mientras me levanto de la silla—. Ya hablamos Melo.

Ella me hace una seña con la mano y me lanza un beso.

Compraste un juguetico.

Recibo el mensaje de mi madrina.

La dejo en visto. No le haré caso a sus locuras ahora.

Cruzo A.S Enterprise directo a la oficina de mi padre.

—Princesa has terminado pronto.
—Soy una chica de negocios. Trabajaré con Reese ahora —comento apoyándome casi sentándome en la mesa de mi padre.

— ¿Qué pasa con Reese, princesa? —interroga y me estudia.

—Nada... Es solo qué, tiene una hija.

—Sí, ¿cuál es el problema? —pregunta mi padre y entiendo que sigue estudiándome.

—Lo notaba como más mujeriego, libre, creído; pero es aburrido, insípido y...

Estoy hablando muchas pendejadas, así que mejor cierro el tema que mi padre no es bobo.

— ¿Insípido? —indaga Aiden Stone.

—Sí, eso papá —comento y le doy un beso—. Ya debo empezar a trabajar.

Su mano agarra mi muñeca antes de que empezar a caminar.

—Yo siempre esperaré a escuchar la historia por tu propia boca, pero recuerda princesa, soy tu padre, te conozco demasiado. También pasé por tu edad e hice muchas cosas cuando tuve la de Reese. Que no cuentes algo, no significa que yo no lo sepa.

Siénteme [Primera parte de la Trilogía Irresistible]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora