[Agustina]
Los días parecen durar una eternidad. El tiempo no pasa y vivo un constante sufrimiento. Jamás creí que este momento de mi vida llegaría.Miro hacia atrás y todo era felicidad en mi vida, Danilo me enorgullecía por su triunfo en Liniers, Carlos jugaba en Boca y yo era feliz saliendo con Fernando, pero en algún momento que no logro definir todo se fue a la mierda.
Hace mucho tiempo que el sol se fue, pero no puedo dormirme. Miro por la ventana que da hacia afuera y observo la luna que el cielo me regala hoy. Es una noche estrellada y por el movimiento de los árboles hay poco viento. Estoy muy concentrada observando al exterior cuando escucho un golpecito en la ventana. Pego un salto del susto.
Armándome de valor me asomo a ver qué fue aquello. La presencia delante de mí me revolvió el estómago, mis ojos se nublaron de lágrimas rápidamente. Lo necesitaba tanto. Le hago una seña que me espere afuera que ya salgo.
Siendo lo más sigilosa posible salí por la puerta principal, mi ventana tiene rejas y no paso por ellas. Cuando estamos frente a frente me lanzo a sus brazos sin importarme nada.
— Te extrañé mucho, Uruguayo.
El enojo se me pasó, ya no me importaba. Le presto atención a su apariencia y en una de sus mejillas hay un vendaje en el que la sangre traspasaba. Su ropa también contenía manchas de sangre.
— ¿Qué te pasó? — pregunto asustada. Él se encoge de hombros.
— No es nada.
— Dios, Danilo te tenés que cuidar. ¿Necesitas que me fije o la desinfecte?
— No, Gitana, tranquila. Vine a visitarte nomá'
— ¿Tan de la nada?
— ¿No puedo saludar a mi amiga?
Su presencia me trajo miedo, un mal agurio.
— Me contaron que estás del anillo — dice con sarcasmo. Veo que cree que es mentira, pero al observar mi cara de melancolía borra su sonrisa —. Te vas a casar con el concheto, ¿verdad?
Él sabe que no es así, pero creo que tiene una esperanza de que no esté sucediendo lo que piensa que sucede.
— Danilo... — lo miro con tristeza. Él entiende.
— Lo cago a tiros, Agustina.
— No, no. Dejá. No te metás en bardo — le digo. Se queda mirándome y pensando en aquello —. En serio, Uru.
Él chasquea la lengua — E'ta bien.
— ¿Dónde estabas? Ya me estaba preocupando. Jorge te anda buscando.
— Si, ya sé. Ya lo voy a agarrar, igual. Nomás vine a ver cómo estabas.
¿Por qué sentía que no iba a volver a verlo? Esa angustia que sentís en la garganta que te anticipa de una mala situación.
— Cuídate loco, no te quiero perder a vos también.
Esta vez es él quién se acerca a mí para un abrazo. Me extrañó ya que no es de las personas que prefieren el contacto físico, pero por supuesto que no se lo negué.
— Si querés le meto un tiro a tu viej-
— Basta, Danilo — lo interrrumpo mientras nuestros corazones siguen chocándose —. Te quiero, loco.
— Yo más, Gitana.
— Te vas a cuidar, ¿no?
Nos miramos a los ojos por un rato largo. El Uruguayo es una de mis escasas amistades, pero más que eso es un hermano. Crecí con él. Su visita nocturna no me dió un buen presentimiento, su herida y su rareza al expresarse... Ni hablar de que aparece después de mucho tiempo.
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GITANA | Fernando Cisneros
FanfictionLa mejor amiga de Carlos Tevez, "la Gitana" lo acompaña a todos sus partidos. Fernando Cisneros asegura que ella va a caer por él, pero Agustina debe cumplir con la tradición de su familia y casarse con quién ellos le indican. ¿Podrá Agustina poner...