[Agustina]
Cuándo papá dijo que iba a encargarse de que el casorio se realice lo más pronto posible jamás creí que sea tan acertado. Aunque teniendo en cuenta que ellos saben hace mucho más tiempo que yo que iba a casarme con Ignacio no se me hace tan imposible.Ahora, salía del barrio en auto. Mi vestido es de color verde, la parte superior ajustada y adornada con agregados dorados al igual que la falda, que al ser amplia y hasta los pies genera un efecto de movimiento. De hecho, esta es la primera vez que me lo pruebo.
Mi cabello está suelto, pero mi mamá lleva los accesorios necesarios para peinarme allí ni bien me case y colocarme el pañuelo de casada.— Cambia esa cara, Elena — me dice Belén que iba a mi lado.
— Yo tendría que estar casándome con Fernando — susurro enojada.
— Siempre supimos que era imposible.
Creo que aquello es lo que más me enfada. Siempre supe que era imposible, pero de todas formas continúe y dejé a mis sentimientos desarrollarse. Me lastimé a mí y lastimé a Fernando. Tendría que haberme alejado cuándo pude.
Hoy Carlos iba a verse con Fernando, me preguntó si quería que le dijese algo de mi parte, pero respondí que no. Lo único que tengo para decirle es que lo amo y él ya lo sabe, así que no hay nada más que comentarle.
— Elena, llegamos — me dice Belén. Yo asiento. Estoy media ida, me cuesta bajar del auto.
Estamos en un lugar al aire libre, hoy es la primera etapa del casamiento: la simulación de la pedida de mano. Luego de esto, iremos a hacer la prueba de virginidad. Algo totalmente anticuado, pero no puedo oponerme.
— ¡Elenita! — me llama mi abuelo. Yo me acerco a él tratando de disimular mi mueca de muerta en vida para que no se sienta triste por mí, pero no puedo.
— Hola, abuelo — murmuro.
— Con todo ese maquillaje y vestuario apenas te reconozco — dice mientras acaricia mi rostro —. Es que esta no sos vos...
Frunzo mis labios, no encuentro algo para decir. Siento que él me atrapa en sus brazos y me envuelve. Yo correspondo el abrazo con tristeza.
— Te voy a extrañar mucho...
— Vamos a poder seguir viéndonos — aliento yo. Está bien que vaya a vivir con Ignacio, pero no por eso jamás volveré a visitarlos.
Cuando nos separamos me da una mueca cómo si no pensara lo mismo, cómo si este sea nuestro último encuentro.
— No me asuste, abuelo.
— Te amo, mi Elenita.
¿Por qué se despide de mí? No lo entiendo.
— Yo más, abuelo...
Quiero preguntarle a qué se debe este intercambio de palabras, pero mi mamá me arrastra con la excusa de que la ceremonia va a iniciar.
Tenía que entrar desfilando irradiando felicidad mientras montaban un acting en el que me ponían un precio. La realidad es que no fue tanto acting, porque mi valor fue pactado con anterioridad, así que sí he sido vendida y comprada.
Mamá me dejó unos minutos solas para ir a chequear si todo estaba listo. Este era el primer paso para pasar a ser oficialmente la mujer de Ignacio López, aunque quisiera que no sea así, el recuerdo de Fernando me pinchaba el corazón. Si no puedo tenerlo, quiero dejar de pensarlo. Ya he sufrido mucho.
— Pss, pss — me llamaron con suavidad y tono de complicidad. Me volteé a ver quién era.
Al principio, creí que estaba delirando un poco. Me acerqué y lo toqué con mis palmas para saber que no era un sueño ni una ilusión. Él toma mis manos entre las suyas y les da un suave beso. Casi me desmayo al sentir esa sensación otra vez, creí que jamás tendría sus labios en mis palmas otra vez. Siento mis ojos aguados y mi corazón acelerado.
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GITANA | Fernando Cisneros
FanfictionLa mejor amiga de Carlos Tevez, "la Gitana" lo acompaña a todos sus partidos. Fernando Cisneros asegura que ella va a caer por él, pero Agustina debe cumplir con la tradición de su familia y casarse con quién ellos le indican. ¿Podrá Agustina poner...